18 muertos en Argel durante el asalto policial a un 'comando' islamista
Dieciséis islamistas, un policía y un civil murieron la pasada madrugada en Argel en el asalto lanzado contra un comando islamista atrincherado con rehenes en un edificio de Argel durante 48 horas. La cifra fue facilitada por los servicios de seguridad. El civil fallecido era un rehén adolescente que, presa del pánico, no se puso a cubierto y murió alcanzado por una bala perdida. También murió una mujer, miembro del comando.
El ataque policial se lanzó de madrugada, duró una hora y se inició con el lanzamiento de granadas lacrimógenas. Los rehenes fueron evacuados, y algunos de ellos conducidos al hospital bajo estado de choque.
El enfrentamiento fue uno de los más importantes registrados en la capital argelina desde comienzos de 1992, cuando la suspensión del proceso electoral y la ilegalización del Frente Islámico de Salvación (FIS) condujeron a una guerra interna que se ha cobrado ya unas 50.000 vidas.
El comando estaba refugiado en unos apartamentos situados en el tercer piso de un inmueble de cuatro. Los rehenes se encontraban en la planta superior. Algunos de ellos fueron evacuados el lunes por el tejado por fuerzas de élite de la policía.
Según informaciones de prensa, el comando formaba parte del Frente Islámico Armado de la Yihad, activo sobre todo en Argel y especializado en asesinatos de intelectuales y políticos. Las fuerzas de seguridad atribuyen al comando exterminado ayer los asesinatos del número dos de la Marina, el general Mohamed Butigán, de un coronel, de un teniente coronel, de un célebre psiquiatra, de un profesor de Medicina, del presidente de la federación de fútbol, de los ex ministros del Interior Abu Bakr Belkaid y Mohamed Hardi (éste último, el pasado sábado) y de las 20 personas víctimas del atentado con coche bomba cometido en febrero contra la Casa de la Prensa de Argel.
Nadie del GIA
El lunes se especuló con que Yamel Zituni, jefe del Grupo Islámico Armado (GIA), la más activa de las organizaciones que combaten al régimen, se encontraba entre los islamistas atrincherados en el edificio. No fue así. El hombre más buscado del país sigue libre. El jefe del comando era supuestamente Mohamed Brahimi, conocido como Abu Hamán y Moh Gafas.Al parecer, los islamistas tenían numerosas armas. Según la policía, se confiscaron tras la operación 5 pistolas ametralladoras y 14 automáticas. También se hallaron el vehículo y los documentos del asesinado Mohamed Hardi.
La operación representa un éxito claro de las fuerzas de seguridad, que había prometido que la muerte de Hardi no quedaría impune. Desde hace meses, el régimen sostiene que los grupos armados islamistas han perdido fuerza y sólo pueden cometer ya actos terroristas.
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