Los empresarios alemanes reclaman dos años de congelación salarial en todos los sectores

El presidente de la Confederacion de Cámaras e Industria (DIHT), Hans-Peter Stihl, duda de los efectos sobre el empleo del programa de austeridad del Gobierno alemán y pide al menos dos años de congelación salarial en todos los sectores para frenar la reducción de plantillas."Si queremos impedir que sigan las caídas dramáticas de empleo será necesario que los asalariados renuncien en los próximos dos años a toda mejora en sus remuneraciones" declaró Stihl al periódico Express de Colonia.

Aparte de exigir la congelación salarial, Sthil insistió también en una rápida reforma del sistema tributario, incluida la reducción del tipo impositivo máximo a menos del 35%. El principal representante de los intereses de las empresas medianas y pequeñas de Alemania no teme, al parecer, la oposición de los sindicatos ya que se mostró convencido de que éstos han perdido ya su poder de movilización.

Por otro lado, ayer sindicatos, iglesias y organizaciones benéficas alemanes comenzaron una cumbre de dos días en busca de una Carta Social y de una amplia alianza en defensa del Estado social. "El clima se está volviendo cada vez más duro y frío en esta república pero nos cuidaremos de que siga siendo nuestra república: no está a la venta ni puede ser chantajeada" advirtió poco antes del comienzo de la reunión el presidente de la Confederación alemana de Sindicatos, Dieter Schulte.

Según Schulte, los sindicatos buscan la cooperación con las otras fuerzas sociales para dar juntos una "clara señal por la conservación del Estado social y contra el mercado incontrolado".

"Estamos dispuestos a participar en la configuración del futuro Estado social, aunque ello exija recortes. Pero lo haremos sólo si se garantizan o restablecen la solidaridad y la justicia en el reparto de las cargas", reza en un párrafo del proyecto de Carta Social con que los asistentes acudieron a la cumbre de Colonia. Los sindicatos aprovecharon el acto inaugural de la cumbre para reiterar su voluntad para luchar contra los planes de recortes sociales del Gobierno.