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Entrevista:Robert SkideIskyEconomista y biógrafo de Keynes

"El Estado de bienestar no ha sido nunca una solución para el desempleo"

El desempleo se ha instalado de nuevo en Europa como una constante más de la realidad. El profesor Robert Skidelsky, que la semana pasada visitó Barcelona invitado por la Universitat Oberta de Catalunya, cree, sin embargo, que no es un problema insuperable y que puede corregirse con un buen funcionamiento de la economía.Pregunta. El paro está creciendo de nuevo en Europa. ¿Qué ocurre?

Respuesta. Bueno, está bajando en Gran Bretaña, pero es demasiado alto en Europa. La razón es, en parte, porque la demanda es demasiado baja y en parte, porque el mercado laboral no funciona adecuadamante.

P. ¿Por qué baja el desempleo en Gran Bretaña, mientras que sube en Alemania?

R. Creo que el desempleo es más bajo en Gran Bretaña por la debilidad de los sindicatos y porque las reformas han hecho el mercado laboral más flexible. Otra razón es que hay más confianza en las cuentas públicas. Los impuestos no son muy altos y los tipos de interés son bastante bajos. Además, ha habido un aumento de la inversión, especialmente la extranjera de Estados Unidos y Japón. También fue muy beneficiosa la bajada del tipo de cambio tras la salida de la libra del Sistema Monetario en 1992. Pero creo que la diferencia fundamental es que el sistema económico es menos rígido en Gran Bretaña que en España, Alemania o Francia.

P. El Estado de bienestar con el subsidio de desempleo ha sido un alivio para los parados, pero ahora algunos consideran que estos gastos son más bien un problema, ¿no?

R. No creo que el Estado de bienestar haya sido nunca una solución para el desempleo. Una de las cosas que ocurrieron en los setenta es que el Estado se convirtió en empleador como último recurso para las empresas que funcionaban mal. Muchos trabajadores fueron absorbidos por el sector público y eso provocó un crecimiento de los déficit. Hay una diferencia entre España y Gran Bretaña, donde, por ejemplo, la industria del carbón casi ha desaparecido en los últimos 10 años. Ahora. tenemos una industria pequeña, pero suficiente. En cambio, en España, la industria está todavía subsidiada muy fuertemente. El problema es que todo este sistema de Estado de bienestar y empresas públicas se financia con impuestos sobre el empleo. Los impuestos recaen directamente sobre los empresarios y les desincentivan para contratar. En muchos países de Europa, el empresario, además del salario, tiene que pagar otro 50% o 70% de costes no salariales.

P. Keynes pensaba en un cierto pacto social para reducir las desigualdades sociales.

R. No. No creo que estuviera especialmente preocupado por la igualdad. Su principal preocupación era reducir el paro y volver al pleno empleo. Pensaba que la principal causa del desempleo era la debilidad de la demanda Creía que la economía de mercado sólo podía funcionar adecuadamente, sin conflictos sociales con el pleno empleo y que el Gobierno tenía que intervenir con un gasto extra cuando fuera necesario. Para hacer esto, el Gobierno tenía que incurrir en déficit público. El problema es que hoy la mayor parte de nuestro paro no se debe a la eficiencia de la demanda, sino a la estructura del mercado laboral.

P. ¿Pero sería posible aplicar hoy las ideas keynesianas?

R. El problema con la política keynesiana es que hoy ya no se puede aumentar más el déficit público porque ya es muy elevado. Keynes pensaba que cuando la economía iba bien, el presupuesto se equilibraba, cuando empeoraba se generaba déficit y cuando se recuperaba había superávit. Pero ahora llevamos 20 años con déficit público permanente con independencia de que el desempleo haya subido o bajado. Y esto es debido al fuerte incremento del gasto social, que no ha sido compensado con un aumento de los ingresos. Y en esta situación es muy difícil aplicar la política keynesiana.

P. ¿Sugiere que si se redujera el déficit público las propuestas de Keynes serían útiles?

R. Ciertamente. Y debería añadir nue un alto nivel del déficit. y de deuda pública provocan una subida de los tipos de interés que impiden utilizar la política monetaria. Porque en esta situación, si para bajar los tipos de interés se aumenta la cantidad de dinero en circulación, lo único que se consigue es más inflación.

P. Entonces en este momento sólo cree en políticas de la oferta.

R. Es lo que tenemos en estos momentos. Pero no debemos despreciar el análisis keynesiano porque las políticas de oferta reducirán el desempleo, pero no lo eliminarán. Si se quiere bajar el desempleo hasta el 2% o 3% de los años cincuenta y sesenta, tenemos que reducir mucho más el gasto público y entonces podremos volver a aplicar la política keynesiana. La condición para la política keynesiana es un Gobierno reducido.

P. Pero esto hoy es más bien un sueno, ¿no?

R. ¿Por qué debería ser un sueño? Al principio de los sesenta los gobiernos gastaban sólo el 30% de su renta nacional; era la edad de oro, hoy gastan el 50%. En Gran Bretaña se ha reducido hasta el 40% y si sigue la misma política, en cinco años se situará en el 35%. En Nueva Zelanda ha bajado de.¡ 40% al 33%.

P. Cuando habla de política de oferta, ¿en qué está pensando?

R. Formación profesional, flexibilización del sistema salarial, reducción de las cargas sociales para los empresarios y modificación del mercado de la vivienda. En EE UU tienen un nivel de desempleo muy bajo en relación con Europa porque el mercado es más flexible. Los sindicatos son muy débiles porque tienen un sector público muy pequeño. Los sindicatos son más poderosos en el sector público, que tiende a subir los salarios y ésta es otra razón por la que hay que reducir el sector público.

P. Pero ¿cómo piensa reducir el sector público cuando una parte son empresas con pérdidas que nadie quiere?

R. El sector público tiene una productividad muy baja y precios muy altos, y esto origina inflación. Hay que reducirlo tanto como sea posible y mantener el Estado sólo para asegurar una red de seguridad. El Estado tiene que desempeñar primero sus funciones tradicionales, justicia, orden público y defensa. En segundo lugar, la seguridad social. En tercer lugar, contribuir a la sanidad y la educación. Digo contribuir porque también debe participar el sector privado. Las pensiones tienen que ser mixtas. El Estado sólo debería garantizar una pensión mínima. El sistema público de pensiones europeo es demasiado generoso. Si hubiera más sistemas privados habría más ahorro y los tipos de interés bajarían.

P. ¿Puede ser una solución alargar la edad de jubilación?

R. Me parece bien, ya que la gente vive cada vez más años. Lo ideal sería que cada uno, con un plan de pensions privado, pudiera elegir su edad. de jubilación.

P. ¿Cree que la política fiscal puede servir para mejorar la distribución de la renta?

R. Ahora la tendencia es tener cada vez una sociedad más desigual por dos causas. Mayor desigualdad salarial y un sistema fiscal cada vez menos progresivo. como consecuencia del cambio de impuestos directos por indirectos. En Gran Bretaña tenemos la absurda situación de que los pobres pagan más impuestos que los ricos porque los impuestos sobre tabaco y alcohol son muy elevados. Los pobres no deberían pagar ningún impuesto directo.

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