"Madrid te exige estar siempre activo
De probarse que Alberto Porta Zush, es un esquizoide, estaríamos ante no una, sino dos cabezas perfectamente amuebladas. El autodenominado, "artista psicomanual digital", nació en Barcelona hace 50 años. En pleno 68, mientras Europa renueva su atuendo social y cultural, la policía lo detiene y Alberto da con sus huesos en prisión por llevar demasiado largo el pelo, pasando luego a un hospital psiquiátrico, donde pretenden corregir su posesión y gusto por la marihuana. Allí se transforma en Zush a instancias de un compañero que destapa el hombre nuevo que hay en él. Será para todos Zush, menos para su madre, la sola persona que le llama por su nombre anterior. Una vez asumido su incorregible nomadismo, inventa un estado mental Evrugo, que siempre va con él. Ha logrado incomunicarse con el mundo gracias a un idioma críptico, el evruguí, de más de 30.000 términos de sonido inexplicable. Tras una década sin exponer en Madrid, enseña sus cuadernos. Fascinantes diarios de esos viajes que puede realizar sin moverse del sitio.Pregunta. ¿Qué significa Zush?
Respuesta. No lo sé. Para mí es mi nombre y es un término evruguí, mi lenguaje lleno de palabras carentes de significado que yo utilizo para, por ejemplo, poner título a mis cuadros. Yo escribo en evruguí, esperando que algún día esos textos puedan traducirse y realizarse.
P. ¿Con quién se comunica en esa lengua?
R. La utilizo de forma personal con mi mujer, con las personas que frecuentan mi estudio, o cuando quiero mantener la privacidad, por ejemplo, enviando un fax. Es como un jeroglífico, bello aunque no se comprenda.
P. ¿Por qué tanto tiempo sin exponer en Madrid?
R. En realidad, detesto mostrar mi obra. No me gustan las inauguraciones y dejé de frecuentar las galerías madrileñas cuando murió mi gran amigo Fernando Vijande, embajador de la nación Evrugo. Me encantaría ser rico para trabajar y que mi obra trascendiera.
P. Si su Estado viaja con usted, le dará igual vivir aquí que en Barcelona.
R. En cierta forma sí. Soy bastante nómada, mi apartamento de Barcelona es casi como un hotel. Pero Madrid me encanta. Aquí tengo amigos estupendos, y según dice mi mujer, me respetan mucho más en Madrid que en Barcelona.
P. ¿Encuentra muchas diferencias entre ambas?
R. Sí, claro.. En Madrid, como en toda gran ciudad, pasan demasiadas cosas y siempre parece que te estás perdiendo algo. Esa misma sensación me asalta en Nueva York, y en definitiva, hace duras las ciudades. Madrid te exige estar siempre activo.Los Libros de Zush. Biblioteca Nacional, hasta el 10 de mayo.
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