Hacienda investiga a Arantxa Sánchez y busca pruebas de que no reside en Andorra
Inspectores de Hacienda de la Unidad de Fiscalidad Internacional efectuaron hace ocho meses un registro en la vivienda de Barcelona en la que residen los padres de Arantxa Sánchez Vicario y en la que la tenista vive cuando viaja a España, según informaron a este periódico fuentes conocedoras del caso. Dentro de su investigación la tenista, los inspectores buscaban pruebas de que la tenista reside permanentemente en Barcelona y no en Andorra, donde Arantxa Sánchez ha fijado oficialmente su residencia para evitar pagar la totalidad de sus impuestos en España.
A pesar del desmantelamiento de sus unidades especiales, Hacienda continúa con su intención de lograr que destacados personajes "regresen fiscalmente" a España. La Inspección también investiga a otros deportistas españoles que han fijado su residencia fiscal en el extranjero, como Álex Crivillé y Sergi Bruguera, así como a artistas -Plácido Domingo, Alfredo Kraus y Judith Mascó, entre otros- dentro de su plan ejemplarizante para lograr que declaren íntegramente en España.Arantxa no tiene noticias de Hacienda desde noviembre pasado, pero sabe que la Oficina Nacional de Inspección -sección de Hacienda que lleva el asunto tras la desaparición de la Unidad de Fiscalidad Internacional, iniciadora de la inspección- ha enviado oficios a Estados Unidos y Japón para interesarse por sus ingresos. También sabe que hace unos ocho meses los inspectores registraron su masía en las afueras de Barcelona. La vivienda es propiedad de una sociedad que se lo cede, pero que no tiene ningún vínculo demostrado con la deportista. Hacienda no tuvo que solicitar ningún permiso judicial para entrar en el local al estar oficialmente registrado como sede de una empresa. En su interior, los inspectores encontraron señales de vida diaria de la tenista: ropa interior en los armarios, cartas y correspondencia reciente y a un cocinero que se encargaba de hacer la compra diariamente. Si Hacienda logra demostrar que Arantxa reside habitualmente en Barcelona, la tenista española -número tres en el ránking mundial- deberá declarar sus ingresos en España y pagar los correspondientes impuestos. La condición de residente en Andorra le permite disfrutar de una presión fiscal del 25%, menos de la mitad del 56% que le correspondería como residente en España.
Para ser considerada residente en Andorra -lugar en el que no se pagan impuestos- cualquier persona debe demostrar que pasa allí al menos 183 días al año. Los medios de las autoridades andorranas para comprobarlo son el examen de sus facturas y los recibos de agua, luz y teléfono. Arantxa tiene todos esos datos demostrados, así como la ausencia total de propiedades en España, donde sólo posee las raquetas con las que juega, pero ha chocado con un problema: la falta de convenio de colaboración fiscal entre Andorra y España.
Los deportistas, y cualquier persona con ingresos altos, que quieren eludir la elevada fiscalidad española -un 56% sobre las rentas del trabajo y un 2,5% sobre el patrimonio- suelen fijar su residencia en otros países, paraísos fiscales, con menor presión fiscal. Los que lo hacen en Suiza, por ejemplo, cuentan con una ventaja: la Hacienda suiza informa a la española de su cumplimiento con las leyes, con lo que su situación queda regularizada con respecto a España. Andorra, no.
Los ingresos anuales estimados de Arantxa, según algunos expertos, se sitúan en unos 600 millones de pesetas. En 1995, la tenista española ingresó- 175 millones de pesetas sólo en premios. A esa cifra hay que añadir los ingresos por publicidad y los fijos que percibe por exhibiciones y por disputar determinados torneos.
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