El PP prepara el relevo en la mayoría de las empresas públicas o con presencia estatal

El PP considera una prioridad la privatización y el cambio en la gestión de las empresas públicas. Una de las tareas inmediatas del nuevo gobierno será el relevo de una gran parte de los responsables de esas empresas. Algunos están o han estado estrechamente ligados al partido socialista, como el de Telefónica, Cándido Velázquez; Tabacalera, Pedro Pérez; Renfe, Mercé Sala; Mercasa, Roberto Dorado; Enatcar, Julen Elgorriaga; el Instituto de Crédito Oficial, Miguel Muñiz; la agencia Efe, Alfonso S. Palomares; Inespal, Javier Álvarez Vara, y RTVE, Julián García Candau.En otros casos, esta relación política ha sido menos evidente con el paso del tiempo. Así ocurre con Oscar Fanjul, presidente de Repsol, grupo en el que la participación privada es del 90%, o Feliciano Fuster, presidente de ENDESA, que aspira a continuar al frente del primer grupo eléctrico español, o con Francisco Luzón, de Argentaria.

A pesar de que hasta el fin de semana no había acuerdo para la investidura de José María Aznar, los nombres sobre candidatos a la presidencia de empresas públicas han empezado a circular. Quizá uno de los más insistentes ha sido el del ex vicepresidente del Gobierno con UCD, Rodolfo Martín Villa, como sustituto de Cándido Velázquez al frente de Telefónica. No hay que olvidar la antigua relación de Martín Villa con el Banco Bilbao, que hoy como BBV es uno de los principales accionistas de la empresa junto al estado. Otro frecuente es el de Alberto Recarte, también ministrable, como sustituto de Luzón al frente del grupo bancario Argentaria.

A Economía están adscritas las participaciones públicas en otras empresas, en muchas de las cuales el todopoderoso Carlos Solchaga colocó a un buen número de sus hombres de confianza. Además de Argentaria y Telefónica, es el caso de Tabacalera, cuya presidencia ostenta el ex secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez; de Aldeasa, donde está Luis García de Blas, o de Trasmediterránea, con Luis Tarrafeta.

Otro gran bloque está agrupado en torno a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que preside Víctor Pérez Pita. La SEPI controla la participación del Estado en Repsol y en el grupo Téneo (con las empresas rentables del antiguo INI), que preside Javier Salas, otro de los candidatos al relevo inmediato a pesar de que siempre ha quedado claro su alejamiento de adscripción política. A través de Téneo, el Estado participa en ENDESA, en la que Feliciano Fuster reina desde hace 13 años de forma indiscutida, y en buena parte de 1 as eléctricas como Enher, Hidruña, Fecsa o Sevillana. Iberia, presidida por Juan Sáez, es también un bocado muy apetitoso en el reparto.

La Agencia Industrial del Estado (AEI), presidida por Antonio Fernández-Segura, no es precisamente apetitosa, pero parece próximo un relevo, al igual que en alguna de las empresas que de ella dependen. Es el caso de la Corporación Siderúrgica, CSI, que preside y ha forjado José Manuel García Hermoso, o de Santa Bárbara, que preside Mariano Casado.