_
_
_
_
Reportaje:

Música para curar el trauma de la guerra

Figuras del espectáculo crean un centro de arte en Mostar

Entre las ruinas de Mostar Este aguarda un sueño que, cuando se convierta en realidad, será un canto contra la barbarie y la intolerancia. Un centro de música en plena ciudad destruida por las bombas, en un intento innovador, revolucionario incluso, de utilizar el poder terapéutico de la música para crear un ambiente único donde las melodías sean fuente de aprendizaje, interpretación y placer, y también un medio de evasión para los niños atrapados por los efectos de la guerra. A diferencia de las escuelas de música del resto del mundo, este centro dispondrá de instalaciones adecuadas para tratar a los niños de Bosnia-Herzegovina seriamente traumatizados. Porque en Mostar la destrucción física ha cesado, pero el conflicto emocional permanece.La música como terapia para aliviar las heridas causadas por la guerra. Ésta es la apuesta de War Child, organización humanitaria fundada en Londres hace tres años y que cuenta entre sus patronos a Brian Eno, David Bowie, Bono (U-2), Paul y Linda McCartney, Brent Hansen (director de MTV Europa) y Luciano Pavarotti. "No soy un político. Soy un músico. Quiero contribuir a dar a esta gente un sitio al que pueda acudir para divertirse y empezar a vivir de nuevo. Hay que dar a los hombres el espíritu, ya que cuando has dado el espíritu lo has dado todo", dice el tenor.

Brian Eno es uno de los principales animadores del proyecto. "El centro de música será, probablemente, la primera pieza significativa de la reconstrucción de Mostar desde el comienzo de la guerra. Será el símbolo de que la vida continúa", sostiene el fundador de Roxy Music, y admite que construir en una situación tan inestable como la de Mostar requiere una capacidad de improvisación que no es habitual en los grandes proyectos arquitectónicos. Los croatas, dueños del sector occidental de la ciudad y responsables de la destrucción del este musulmán, no ocultan su envidia.

Todo empezó a principios de 1993. Los cineastas David Wilson y Bill Leeson acababan de rodar una película en la antigua Yugoslavia para el programa Arena de la BBC sobre el papel de los artistas en la guerra. Decidieron utilizar su película y todo el material de archivo para conseguir dinero para las organizaciones humanitarias. En febrero del mismo año fundaron War Child y comenzaron repartiendo cuerdas de guitarra y otros componentes entre los jóvenes músicos de Sarajevo y Mostar, y cientos de discos compactos donados por la BBC y MTV. Wilson y Leeson contactaron con Brian Eno, que se mostró muy interesado en el proyecto de un centro de música en Mostar. Rápidamente implicó a sus amigos David Bowie y Brent Hansen (director de MTV Europa). Posteriormente, Luciano Pavarotti se incorporó como patrón de War Child de la mano de Eno y Bono. El sueño parece hoy más cerca de la realidad. Los planos están dibujados, el proyecto arquitectónico está terminado, las autoridades de Mostar Este (mayoría musulmana) han proporcionado el espacio donde se levantará el centro -una antigua escuela primaria del barrio de Luka, construida en 1908, durante el Imperio Austro-Húngaro-. La construcción empezará en junio y durará un año. La próxima Navidad los promotores pretenden reunir en Mostar a Pavarotti, Bowie y Bono en un gran concierto para recaudar fondos y llamar la atención del mundo.

El destacado arquitecto británico Nick Lacey, autor del Heron Quay en los Docklands de Londres, recibió hace 15 meses la propuesta de War Child de diseñar el centro de música. En diciembre de 1994 hizo su primer viaje a Mostar. "Fue un choque terrible cuando comprobé la destrucción de la ciudad", recuerda. "Cuando se pasa tiempo allí es posible entender cuáles son las necesidades de la gente. La idea es hacer un centro para todo el mundo".

El centro tendrá tres salas de terapia musical, de unos veinticinco metros cuadrados cada una, separadas del resto del edificio. El proyecto mantendrá la fachada original, prácticamente lo único que queda en pie del edificio destruido por las bombas.

El compositor y director de orquesta Nigel Osborne, profesor de música de la Universidad de Edimburgo, es uno de los asesores musicales de War Child y el responsable del programa de terapia musical. "Las autoridades e instituciones médicas y educativas de Mostar nos dicen que los niños necesitan mayor atención. Es la ciudad más destruida, tiene fácil acceso desde el mar y era un importante centro cultural. Todos estos elementos influyeron en la elección de la sede del centro de música".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_