Una tromba de agua obliga a suspender el Espanyol-Oviedo

La intensa tromba de agua que cayó durante una hora ayer en Sabadell obligó a la suspensión del partido que debían disputar el Espanyol y el Oviedo a partir de las 17.00 horas en la Nova Creu Alta. El aguacero dejó totalmente impracticable el terreno de juego hasta el punto que hubo unanimidad y todos los que iban a ser protagonistas del partido se mostraron partidarios de la suspensión del mismo. El colegiado Andradas Asurmendi, tras comprobar que en varias zonas del rectángulo de juego se acumuló más de un palmo de agua y tras una reunión con los delegados y capitanes de ambos equipos, dio por suspendido el partido.Ambos clubes difieren en cuanto al día en que se debe disputar ahora el partido. Mientras que el Oviedo prefiere que se juegue esta noche, el Espanyol desea que el encuentro se celebre mañana alegando que el campo estará en mejores condiciones aunque también puede influir el hecho de que el miércoles es día festivo. El Oviedo, por el momento, sigue concentrado en un céntrico hotel de Sabadell pero sus directivos advirtieron que, caso de que el partido no pueda jugarse hoy tal como marca el reglamento, regresará a Asturias y esperará a que la Federación Española determine la fecha en que deba disputarse. No obstante, delegaciones de ambos clubes negociaban ayer un posible acuerdo al respecto.

Se da la circunstancia de que el Espanyol jugaba el partido de ayer como local en la Nova Creu Alta de Sabadell, a unos 30 kilómetros de Barcelona, debido a que debía cumplir la sanción de clausura por un partido de su estadio de Sarrià debido a que el pasado 18 de febrero en su encuentro ante el Atlético de Madrid, un espectador lanzó una mandarina que alcanzó en el, muslo al árbitro Brito Arceo.

Poco antes de la hora de inicio del partido que debía celebrarse ayer y en las inmediaciones de la Nova Creu Alta, la policía efectuó una carga contra un grupo de seguidores del Espanyol pertenecientes a las Brigadas Blanquiazules.