Una trifulca abre el congreso regional de las Juventudes Socialistas

El centro cultural Joan Miró de Móstoles (199.400 habitantes) parecía ayer una caseta de alto voltaje. Un tímido roce a cualquiera de los casi 100 delegados de las agrupaciones madrileñas de Juventudes Socialistas, y el respingo era inmediato. Tal reacción no se debía a los nervios de la celebración de su congreso regional sino al "cúmulo de barbaridades" que, según la mitad de los delegados asistentes, se estabacometiendo.La trifulca comenzó cuando el 50% de los representantes de Juventudes Socialistas en distritos y municipios de la región organizó una sentada a las puertas del salón de conferencias en protesta porque no fueron acreditados para el congreso.

Algunas voces anónimas aseguraban, en medio de una gran tensión, que el acto se había convertido en una "caza de brujas" en la que, sólo se dejaba participar a las corrientes que coinciden con Oscar Iglesias y Francisco Pérez, secretario general y de organización, respectivamente.

"Aquí hay intereses de poder. No les gusta que salgan delegados para el federal que no sean de su cuerda", gritaban algunos, arropados por la multitud. Otros llegaban aún más lejos: "No nos quieren ni a los renovadores ni a los de Izquierda Socialista. Aquí la regional no parte el bacalao; es Jorge Gómez". Gómez es el secretario de política institucional de la Federación Socialista Madrileña y, según los allí presentes, "es guerrista".

Elección de delegados

El congreso de ayer servía para elegir a los 18 delegados que representarán a Madrid en el congreso federal de los próximos 11 y 12 de mayo, de donde saldrá el nuevo secretario de Juventudes Socialistas en España.Fuentes de la ejecutiva regional aseguraron a este periódico que no se podía aceptar a agrupaciones que no figuran en el censo regional. El gabinete de prensa de Juventudes Socialistas afirmó que sí aparecen en el censo federal.

Los representantes que no fueron acreditados acusaron a al órgano de gobierno de discriminar a los municipios pequeños. "A las agrupaciones con diez personas les corresponde un delegado y se niegan a aceptarlo", denunciaron.

Todos los asistentes que no lucían su cartelito identificativo en la solapa decidieron firmar la impugnación del congreso regional en un documento que también estuvo avalado por las rúbricas de algunos integrantes de la ejecutiva federal, que acudieron a la cita para comprobar su desarrollo. A pesar de esta medida, el acto siguió su curso en la biblioteca del centro cultural ante la imposibilidad de hacerlo en el salón de conferencias, cuyo acceso estaba taponado por decenas de jóvenes disconformes. El 11 de mayo el congreso federal deberá decidir si la representación de Madrid es válida.