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Nueva Izquierda se constituye en medio de la crisis de IU

Jóvenes, intelectuales, mujeres, militantes desencantados, antiguos comunistas, viejos progresistas, izquierda romántica: ¡Uníos! Porque todos caben en el Partido Democrático de Nueva Izquierda. Un partido que, además, ha recibido el respaldo de sus homónimos italianos. Diego López Garrido, promotor del nuevo partido, presentó ayer el manifiesto fundacional, elaborado en la mejor tradición de la izquierda sociológica.La aparición del manifiesto de Nueva Izquierda se produce en unos momentos en los que Izquierda Unida vive una de sus crisis más profundas, la abierta con la dimisión del coordinador de la coalición en Andalucía, Luis Carlos Rejón.

El líder IU, Julio Anguita, viajó a Sevilla para supervisar el desarrollo de la ejecutiva andaluza y evitar que la crisis se propague al resto de la organización, informa Raúl Limón. Por espacio de siete horas estuvo reunida la ejecutiva, que decidió posponer hasta finales de julio la asamblea de la que salga el nuevo coordinador que sustituya a Rejón. Sobre su presencia en esta ejecutiva, Anguita dijo que, en circunstancias normales no habría merecido su atención y que se limitaría a "informarse y a esperar". "Quiero dar", dijo, una lección de prudencia".

La misma prudencia con que López Garrido se pronunció sobre la crisis andaluza. Y que (le tan poco le ha servido. Porque, a pesar de su mesura, a pesar (le que dijera que lo de Andalucía no debe entenderse como una revuelta palaciega", Francisco Frutos, número dos del PCE, arremetió contra él y contra el documento fundacional del Partido Democrático de Nueva Izquierda, en el que veía asomar por las esquinas el espíritu de los socialistas. "Es gente que está anímicamente con el PSOE", despachaba Frutos el documento. Y, rotundo, descalificaba de un plumazo cualquier buena intención de Nueva Izquierda.

Pero el manifiesto, tal y como explicó López Garrido, ni es un canto hacia los valores socialistas, ni una crítica atroz a los comunistas. Puede pecar de ingenuo, pero nadie puede negar que tata de establecer un difícil equilibrio para ocupar un espacio que hoy está entre la izquierda del PSOE y la derecha de IU. Y todo ello, dentro de la coalición. "Nunca nos iremos", dijo, "porque las elecciones han dicho que la izquierda es plural. Y nuestro sitio está aquí".

De la crisis de Andalucía, ni una palabra fuera de tono. "Esperamos que se resuelva en clave positiva", dijo Garrido.

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