Los sondeos dan ganador al centro izquierda en Italia

El Olivo, la coalición que lidera Romano Prodi, pareció asegurarse ayer un empate en las elecciones generales celebradas en Italia, de acuerdo con los sondeos, que no excluyen el triunfo del centro izquierda. Pero tampoco lo garantizan. Dos estudios sobre tres daban una posible victoria a1 Polo de la Libertad en la Cámara, uno e ellos muy apretada. El tercero predecía el triunfo del Olivo también en esa asamblea. La victoria del centro izquierda vendría además moderada por la necesidad de contar con Refundación Comunista, que tiene otro programa de gobierno. El hecho indudable parece, con todo, que una mayoría de italianos volvieron la espalda a Silvio Berlusconi y a su bloque para votar por el centro izquierda en mayor medida de la prevista.

Más de cinco puntos porcentuales marcaban una clara ventaja -de casi un 44% sobre un 38%- del Olivo frente al Polo en el Senado, según las proyecciones. Y el porcentaje de votos diferenciales no parecía ser de tres puntos en el caso de la Cámara, cuyo recuento comenzó más tarde.Pero el sistema mayoritario, más acusado en la elección de los diputados, y la mayor concentración del voto del Olivo en el centro y el norte del país, hace que a un mayor porcentaje de votos pueda corresponder un menor número de escaños. Así, mientras todos los sondeos predecían una mayoría clara del centró izquierda en el Senado, que, incluso sin contar los 8 o 10 senadores de Refundación Comunista, superaría al centro derecha por 10 o 15 senadores, según los distintos estudios, en la Cámara, dos institutos atribuían al Polo la victoria por entre 3 y 20 diputados, mientras que un tercero predecía que el, Olivo vencerá por unos 20 diputados, de los que aproximadamente 30 serían de Refundación Comunista.

Estos sondeos y proyecciones, de fiabilidad muy relativa dada la enorme complejidad del sistema electoral, predecían, además, un mantenimiento fundamental de la Liga Norte con algo más del 8% del voto a nivel nacional, muy similar al que obtuvo en 1994; la permanencia de Forza Italia, en tomo al 21 % que obtuvo hace dos años o quizás algo por debajo; y una subida de unos cuatro puntos porcentuales de Alianza Nacional, considerable pero insuficiente para que este partido alcance el objetivo de superar en votos a su principal aliado y situarse como primera formación del Polo.

Lamberto Dini, según los mismos sondeos, estaba próximo a lograr superar el umbral del 4% que da acceso al reparto de escaños por el sistema proporcional y a partir del cual el éxito de su descenso a la política puede considerarse aceptable. Esa cuota de votos quedará sin embargo lejos del 9% que los sondeos daban al Partido Popular Italiano, por lo que la candidatura de Romano Prodi a presidir un eventual Gobierno del Olivo parecía anoche sólida, salvo porque Prodi se ha mostrado siempre poco inclinado a gobernar con Refundación Comunista.

Optimismo de D'Alema

La sensación de triunfo en la izquierda, moderada por la prudencia con que deben ser tomados estos sondeos, creció, sin embargo, hasta que, sobre la medianoche, Massimo D'Alema, líder del Partido Democrático, de la Izquierda (PDS), la primera formación del Olivo, proclamó: "Me parece bastante evidente que el Olivo ha ganado las elecciones. Nuestros datos son muy positivos", añadió. "Es claro que al menos en el Senado tenemos la mayoría"."Ha vencido el voto corporativo y democristiano. No se han movilizado las energías y liberales laicas del Polo", comentó, como un eco, Marco Pannella, aliado de Silvio Berlusconi. Éste, como Gianfranco Fini, el líder de Alianza Nacional, guardaron silencio absoluto. Alessandra Mussolini, diputada de AN, dijo que, si las proyecciones se confirmaran, "habría que revisar la estrategia de la derecha a nivel nacional". Y Maurizio Gasparri, ex presidente en la pasada legislatura de los diputados de Fini, precisó: "El Olivo pidió una mayoría suficiente para gobernar y los electores no se'. la han dado, ya que estará obligado a gobernar con. Refundación Comunista".

El líder de Refundación, Fausto Bertinotti, presentó un análisis muy distinto de los hechos: "Me parece que aquí se está perfilando la. derrota de la derecha, y ese es el objetivo por el que habíamos trabajado.' Evidentemente, se ha abierto camino en el país y en el Parlamento una conciencia difusa al peligro que representa esta derecha".

Apoyo a Prodi

Luego, Bertinotti reiteró lo que ya había dicho antes de las elecciones: que su partido permitirá que el Gobierno de Romano Prodi nazca, aunque luego tendrá que negociar día a día su supervivencia en el Parlamento, en torno a cada medida. El líder comunista afirmó que su partido no renuncia a ninguna de las exigencias, como la introducción de impuestos sobre el patrimonio o la vuelta a la revisión automática de los salarios, que le separan del Olivo.Prodi dijo en campaña que no gobernaría con Refundación Comunista si este partido no cambia su programa y que tampoco le gustaría hacerlo con un apoyo externo como el que le ofrece Bertinotti, porque dicha situación sería excesivamente inestable e impediría realizar las profundas reformas que Italia requiere. Anoche, sin embargo, el líder del Olivo prefirió celebrar el triunfo y valorar positivamente sus perspectivas de formar Gabinete.

"Gobernaré en beneficio de todos los italianos, incluso de los que han votado por el Polo", dijo anoche ante varios centenares de personas concentradas para celebrar los resultados del Olivo. "No es fácil esconder la emoción, porque, aunque los datos sea provisionales, la victoria en el Senado parece mucho más amplia de las esperanzas más optimistas. El país está expresando un deseo sereno de gobernabilidad, sin traumas", prosiguió. "No hemos vencido a título individual, sino por nuestras propuestas políticas".

"No podemos cambiar nuestro programa. De él depende nuestra credibilidad internacional, ya que hemos hecho un programa coherente para entrar en Europa", concluyó.