Rabia e indignación

El motivo de esta carta es el caso que nos ha ocurrido el sábado día 6 de abril. En el aeropuerto de Barajas esperaba mi hijo a su novia cuando, al ver que todo el pasaje había salido, preguntó por ella y le dicen que la tienen retenida. Motivos: no traer suficientes dólares y haber dicho que venía a casa de unos parientes. Según la policía, era mentira. Me pregunto: ¿qué más parientes que la familia de su novio? Después de varios intentos de ponerse en contacto con ella, le dicen a mi hijo que a la una la devuelven a su país.Durante toda la mañana hicimos todas las gestiones posibles: llamadas a la embajada con unos teléfonos que sólo emitían un pitido, llamadas a la comisaría del aeropuerto solicitando por favor que se pusiese al teléfono algún comisario comunicándole que nosotros, los padres, llegaríamos en persona para aclararles las dudas que tuviesen. Pero todo ello no sirvió de nada, pues a las 13.00 la embarcaron de vuelta. ¿No pueden dejar a una persona, aunque sea retenida, hasta que se aclare su situación y verifiquen los datos?

Hoy hubiese sido un día maravilloso, pero la burocracia nos lo ha entristecido.-