_
_
_
_
LA LIBERACIÓN DE ALDAYA

Operación Peculio

Los presos etarras aprovechan los secuestros para rearmarse moralmente y reforzar sus campañas.

Operación Peculio. Así han bautizado los reclusos de ETA al secuestro de José María Aldaya, en evidente referencia al dinero del que cada uno de ellos puede disponer para sus gastos particulares en prisión. Los encarcelados estaban convencidos de que esta acción serviría para recaudar una buena suma para él sostenimiento de la organización y de toda su compleja infraestructura.El cautiverio de Aldaya, durante los 11 meses que ha durado, ha sido uno de los temas más recurrentes en las cartas y conversaciones de- la mayoría, de los casi 600 activistas que están entre rejas, según fuentes penitenciarias. Los presos han expresado su respaldo a la ekintza (acción) protagonizada en el exterior por sus compañeros no sólo por lo que supone intrínsecamente, sino también porque es un método para recaudar fondos con los que mantener la costosa maquinaria etarra.

"Los presos han hablado muchísimo del tema Aldaya y siempre lo han hecho con euforia, sin tener en cuenta las inanifestaciones de los ciudadanos o de los empleados de Alditrans. Ha sido un asunto que ETA ha utilizado para movilizar a todo su entramado", dice un responsable de la Administración penitenciaria. El otro secuestro, el del funcionario de la prisión _de Logroño José Antonio Ortega Lara, es otro de los asuntos más debatidos entre los encarcelados. Desde que Ortega fue capturado. en,Burgos por un comando, el 17 de enero pasado, los reclusos "no paran" de comentar este caso, según fuentes penitenciarias.

"¡Ojalá le tengan en primer grado!". Este es uno de los deseos de los presos: que Ortega esté sometido a un régime de vida tan duro y estricto como el que tienen los reclusos que están clasificados en primer grado. A esto replican fuentes penitenciarias que no es comparable ni de lejos con la tortura que, sin duda, está padeciendo el funcionario.

Unos 80 presos de ETA realizan ahora la segunda fase de la protesta iniciada el pasado 24 de marzo en todas las prisiones de España y, Francia para exigir el fin de la política de dispersión y el reagrupamiento de colectivo. etarra en cárceles del País Vasco. Los 80 que, según fuentes penitenciarias, están "en lucha" son los de las cárceles de Zaragoza, Daroca, Teruel, Bonxe, Huesca, La Coruña, Monterroso, Orense, Vigo, Villabona, Valladolid, Cuenca, León y Topas (Sala manca).

Los etarras recluidos en los penales franceses de Clairvaux, Fleury Merogis y Rennes también participan en esta segunda fase de la movilización.

La protesta generalizada, que se desarrollará a través de un calendario que se extiende hasta el 2 de junio, ha sido diseñada por ETA en cinco fases de 15 días de duración, en cada una de las cuales participan de forma rotatoria los internos de diversos penales de España y Francia. La movilización consiste básicamente en chapeos, es decir, en negarse a abandonar sus celdas, trastocando así el régimen de vida establecido. También hay algunos que incluso han decidido negarse a recibir la visita de sus familiares. Tanto esta movilización como el secuestro del funcionario Ortega Lara confirman que ETA ha decidido reactivar el frente de makos (la infraestructura de las cárceles) como parte de toda su estrategia contra el Estado, según fuentes de la lucha antiterrorista. Éstas reconocen que en los centros penitenciarios hay "una creciente tensión".

El consejero vasco de Interior, Juan María Atutxa, no tiene la menor duda de que "los presos son verdaderos rehenes de su propia organización y que, en este caso, están siendo utilizados".

Entre la documentación incautada el mes pasado a Valentín Lasarte, presunto miembro del comando Donosti, figuraban datos sobre 17 trabajadores de la prisión guipuzcoana de Martutene. "Era información antigua, ya que muchos de ellos no están destinados allí desde hace dos o tres años", asegura Instituciones Penitenciarias.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_