Nosotras también: gracias, Begoña

Resulta, a veces, muy difícil comenzar una carta como ésta. E pasado 16 de marzo ha fallecido mi madre, víctima de la más terrible enfermedad que aún en nuestros días sigue siendo incurable: el cáncer.Desde el mismo momento en que ella conoció su enfermedad se puso en manos de esta familia toda la ayuda y profesionalidad de las personas que integran la Unidad de Cuidados Paliativos del área 11 del Insalud. Begoña Azcoitia, médico, y Yedra, enfermera.

Expresar en unas breves líneas la enorme profesionalidad, la gran entrega y el profundo cariño que ellas han demostrado, en primer lugar a mi madre, y en segundo lugar a nosotros, es algo que no cabe aquí. Begoña estuvo siempre en contacto con nosotros, las 24 horas del día. Han sido tantas las noches que la hemos necesitado.... y cada vez que esto ocurría sabías que podías contar con ella.

Han sido meses muy duros, una agonía muy lenta, pero un tiempo en el que mi madre ha estado correctamente atendida, tanto médica como psicológicamente. Un tiempo en el que el único planteamiento que este equipo tenía era ayudarla a morir con el menor sufrimiento posible. Al final, su muerte le ha sobrevenido de una forma tranquila y dulce, rodeada en todo momento de sus seres más queridos, tal como ella deseaba.

Que existan profesionales de esta magnitud, dedicados a cuidarnos en nuestro propio domicilio cuando nuestra vida termina a consecuencia de una enfermedad, es el mayor reconocimiento y servicio que las autoridades sanitarias pueden hacernos. Saber que en Madrid, en concreto, que cuenta con 11 áreas sanitarias, existen tan sólo Unidades de Cuidados Paliativos en tres de ellas, resulta bastante preocupante. Yo solicito, a través de esta carta, que la Dirección General del Insalud potencie la creación de nuevos equipos y el mantenimiento de los ya existentes para que, cuando cual quiera de nosotros nos encontremos en la misma situación que ha estado mi madre, podamos recibir tan gran ayuda.- 30 firmas más.