El juez militar considera falta disciplinar la negativa a acatar una orden ilegítima

"La negativa de un militar a obedecer una orden meramente ilegítima debe ser considerada como un acto contrario a la disciplina, suceptible de ser reprimiido como falta disciplinaria". Así lo afirma el juez togado militar central número 1 en un auto, fechado el 28 de marzo, en el que archiva la denuncia presentada contra el comandante Antonio Romero, quien se negó a que 23 reclutas sirvieran como camareros en el acuartelamiento Lomas Coloradas dé Gran Canaria.El juez reconoce que la orden que le dio el coronel era contraria al Reglamento del Servicio Militar, y por tanto "no legítima", pues "ningún militar está autorizado para dictar mandatos en desacuerdo" con la legalidad.

No obstante, agrega, el comandante "debió acatarla, sin perjuicio de formular ante su superior las objeciones que estimara convenientes". Según el auto, "sólo de haber sido penalmente ilícita [la orden], el comandante hubiera estado obligado a no obedecerla". El carácter ilegítimo de la orden lleva al juez a considerar que Romero no incurrió en un delito de desobediencia, pero sí en falta disciplinaria, aunque sin especificar su gravedad.

El pasado 13 de marzo, otro juzgado, el togado militar central número 2, ya archivó la denuncia interpuesta por el comandante contra su superior por presunto abuso de autoridad. En este caso, el juez tipificó la conducta del coronel como "falta leve", por lo que ya ha prescrito.