_
_
_
_

Otro misterio para la Costa da Morte

Múltiples, hipótesis, alguna relacionada con el narcotráfico, sobre un trágico naufragio en Fisterra con la mar en calma

Fue un naufragio extraño. En eso hay una coincidencia general. Los submarinistas localizaron al mediodía de ayer la embarcación, a 20 metros de profundidad, cerca de donde apareció el cadáver del único tripulante hallado. Los otros tres continúan desaparecidos. Nadie se atreve a dar por buena ninguna de las hipótesis barajadas sobre lo ocurrido en tomo al cabo Fisterra el domingo por la noche. Todas admiten contradicciones. Incluso la del cura, que ha vinculado el siniestro con el narcotráfico.La población de Fisterra (La Coruña) celebraba su fiesta grande, la romería del Cristo. Hacía un día espléndido, con la mar muy tranquila, y no era fecha de salir a pescar. La Planeta, una gamela de siete metros de es lora, dos toneladas de registro bruto y dotada de motor central, salió, sin embargo, del puerto a media tarde y estuvo navegando entre un islote conocido como O Centolo y el cabo. Un enclave caracterizado, como toda la Costa da Morte, cuyo sur delimita, por su peligrosidad. Pero los embarcados no eran aprendices de marinero y conocían la zona.

José Santamaría Canosa, de 37 años, sepulturero de Fisterra, era el propietario y patrón de la Planeta. Con él subió su sobrino, José María Puente Santa María, de 27; su amigo Manuel Millán Portas, de 44, y el hijo de éste, Jesús, de 15, quienes ha bían dejado por la mañana su casa en Vilaxuan (Pontevedra) para, dijeron, pescar en Fisterra. A última hora de la tarde, dos parejas de novios creyeron escuchar, procedentes del mar, gritos de socorro que ahora se atribuyen a Jesús.

"No hicieron caso porque a veces baja gente hasta la orilla y grita para escuchar el eco", justifica el alcalde accidental de Fisterra, Xosé Francisco Carrillo; "luego, cuando les pareció que iban en serio y ellos no podían ver nada, avisaron a la Cruz Roja". Los familiares de las víctimas se quejan de la demora con que actuaron los servicios de rescate. Carrillo lo desmiente: "Se actuó como se debía". Los tripulantes de la lancha de la Cruz Roja que merodeó por O Centolo chocaron primero con un intenso olor a gasóleo y algunos restos del naufragio: unas tablas y dos salvavidas de la Planeta. Horas después, ya de madrugada, localizaban, flotando, el cadáver de Jesús.Un golpe de mar pudo llevar a la embarcación contra las rocas. Toda la Costa da Morte está sembrada de arrecifes traidores. Pero esta tesis también hace agua: el mar estaba muy sereno y es difícil admitir que los -tripulantes, con su experiencia, se dejaran sorprender por una mala ola. ¿Fue otro el motivo (le su naufragio?El cura de Fisterra, Luciano Moreira, puso el lunes el dedo en la llaga: "Al margen de nuestras fiestas, ayer, al anochecer, parece que se producía una descarga de droga en las cercanías del Centollo. En la operación se hundió la lancha, se ahogó un hombre de Pontevedra y otro desapareció, y desaparecidos otros dos de aquí. Lamentándolo todo, recemos por ellos", escribió el lunes, con su estilo, en el boletín parroquial. Moreira estaba ayer ilocalizable y los familiares de las víctimas ya le han denunciado por esas afirmaciones, pero su versión ha encendido los rumores.

Dos datos avalarían la versión del párroco. Por una parte, los antecedentes por narcotráfico d Santamaría y Millán. Por otra, la constancia de que en los últimos tiempos los desembarcos de droga se han desplazado desde las vigila das playas de las Rías Baixas hacia el norte, erizado de roqueríos. Su opinión, no obstante, no prende en el puesto de la Cruz Roja: "Siempre le ha gustado dar la nota".

Tampoco la Guardia Civil concede mayor crédito al sacerdote. "No hay base, salvo los antecedentes de dos náufragos. Tampoco la embarcación es la común ni la más adecuada para esas operaciones", dicen en el cuartel de Corcubión, que investiga el caso. Todos reconocen, eso sí, que el naufragio está rodeado de extrañas, circunstancias. "Por la fecha y porque no eran marineros en activo ni podían ir a ese tipo de faenas [pesca con trasmallo]", afirma Carrillo. El naufragio de la Planeta parece llamado, pues, a engordar la larga secuencia de misterios de la Costa da Morte. Los británicos la bautizaron así hace un siglo, después de perder en ella un buque escuela, el Serpen, con 172 tripulantes. En muchas otras ocasiones, sus nieblas, temporales y bajíos se han confabulado contra los barcos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_