EL CONCORDE AZUL DE PEPSI, EN MADRID
La locura de la firma de refrescos norteamericana Pepsi-Cola trajo ayer al aeropuerto de Madrid a un Concorde vestido de azul, el mismo color eléctrico que lucen ya sus nuevos envases. La marca neoyorquina olvidó traer, sin embargo, a las famosas con las que la semana pasada, en Londres, pregonó su nueva imagen añil, las modelos Cindy Crawford y Claudia Schiffer. El supersónico de Air France, capaz de sobrepasar la barrera del sonido, fue utilizado por Pepsi-Cola como escaparate de la agresiva campaña publicitaria -500 millones de dólares (unos 60.000 millones de pesetas) de inversión; 2.000 de ellos en España- con la que pretende exhibir al mundo su nuevo look, y cuyo objetivo es recortar la distancia comercial que le separa aún de su histórico rival, Cola-Cola, con el que libra una batalla sin cuartel pero sin tregua. El vicepresidente de Pepsico-España, José Luis Lomas, tildó de "revolucionaria" la descomunal campaña publicitaria ahora emprendida.-
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