El frío mantiene alto el precio del crudo, aunque el sector vaticina una brusca caída

El precio del petróleo se resiste a caer. Las bajas temperaturas, pese a la llegada de la primavera, traen de cabeza a las compañías refineras, cuyas existencias siguen siendo escasas para satisfacer la demanda. Algo que en España ha elevado el precio de los combustibles a máximos históricos. El barril de crudo brent, de referencia en los mercados internacionales, continúa por encima de los 20 dólares. El sector insiste en que la subida es coyuntural. Al margen de que Irak logre un acuerdo con las Naciones Unidas para exportar crudo, se augura una brusca caída este verano. Las razones: la menor demanda a medida que suben las temperaturas y el exceso de oferta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Contra todo pronóstico, los precios del crudo continúan sin ceder. El barril brent de entrega inmediata cotizaba el jueves en Londres a 20,75 dólares, un precio que contrasta con los 16 dólares de mediados de enero y apenas algo por debajo del máximo de 20,85 alcanzado hace diez días. Las bajas temperaturas, pese a llegar la primavera, y las persistentemente escasas reservas de las compañías -sus stocks no cubren más que 60 días de demanda, un nivel históricamente bajo- están retrasando la anunciada corrección. Los precios de los combustibles en España, que tardan unos doce días en reflejar los movimientos de las cotizaciones internacionales, permanecerán más tiempo del esperado en los máximos actuales.Pero el sector continúa apostando por un inminente vuelco en el mercado. De hecho, los contratos para entregar en los próximos meses reflejan claramente las expectativas bajistas: el precio del barril para junio es de 18,75 dólares y para agosto, de 17,90. "En abril o mayo se notará una corrección en los precios, independientemente de que Irak y la ONU alcancen un acuerdo", apunta Mehdi Varzi, analista jefe del departamento de energía del banco Kleinwort Benson. Este experto aduce tres razones: la caída de la demanda a medida que pasa el frío, la superación de los problemas logísticos de algunos países productores, como México, y, sobre todo, el exceso de producción de la OPEP. El regreso de Irak, añade Varzi, no haría más que agudizar esta caída.

Críticas a la OPEP

El jeque Yamani, el todopoderoso ministro de Arabia Saudí durante la década de los setenta y ochenta, criticó recientemente a la OPEP por ignorar el posible retorno de Irak al mercado. La espectacular subida de los precios en el último mes -cerca de dos dólares por barril- ha permitido al cartel producir por encima de su cuota aplazando un debate interno elemental: cómo absorber el crudo iraquí.En un seminario sobre el futuro de la OPEP, organizado en Londres esta semana por el Centre for Global Energy Studies, que preside Yamani, el ex ministro auguró una caída de hasta cinco dólares por barril en el precio del crudo en el caso de que Irak, fuera del mercado desde que invadió Kuwait en 1990, vuelva a exportar petróleo. Una incorporación que podría producirse este mismo verano si la ONU y Bagdad, que se reúnen este lunes, logran un pacto. Este desplome, advirtió Yamani, provocará una gran inestabilidad política en los países exportadores, y no sólo en los del Golfo Pérsico sino también en algunos grandes productores latinoamericanos, como México y Venezuela, algo que "debería preocupar a Estados Unidos".

Lo cierto es que las negociaciones entre la ONU e Irak están más avanzadas que nunca. De alcanzar un acuerdo, Bagdad exportará crudo por valor de 2.000 millones de dólares durante seis meses a cambio de ayuda humanitaria. El gran escollo es el reparto de la ayuda en la zona norte, de mayoría kurda, que la ONU quiere controlar directamente. Una exigencia que rechaza Sadam Hussein.

Al precio actual, Irak añadiría, a la oferta de la OPEP (26 millones de barriles diarios pese a que su techo oficial son 24,5 millones) unos 700.000 barriles. Una aportación, además, que se incrementaría en la medida que los precios caigan pues Irak pretende ingresar esos 2.000 dólares en un plazo fijo.