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Los Pasajeros de los autobuses arrinconan el bono-bús

Antonio Jiménez Barca

En 1995, cada conductor de la EMT transportó a 88.800 personas: tres cuartos de entrada del Bernabéu. En total, los autobuses madrileños llevaron de un sitio a otro a casi 530 millones deviajeros. La mayoría (el 63,9%) pagó con el abono mensual y el 30,31% prefirió el bono-bús, que entra en franco declive: ocho millones menos que el año pasado. La EMT perdió, en 1995,9.315 millones, 425 menos que el anterior.

Todos estos datos proceden de la memoria de 1995 de la EMT, presentada en el consejo de Administración del jueves, donde: se desglosa con minucia todo lo relativo a los autobuses y sus conductores. Por ejemplo: queda claro que los madrileños prefieren cada vez más el abono mensual de transportes -que permite viajar también en metro- al bono-bús. Durante el año pasado se produjo, por así decir, un trasvase de método de pago. Los pasajeros partidarios de la tarjeta mensual fueron un 5,74% por ciento más, que en 1994. Por el contrario, los afectos a la tarjeta de 10 viajes, un 5,11% menos.En el capítulo contable se constata que el servicio público de autobuses perdió el año pasado 425 millones menos que en 1994, gracias, precisamente, a la recaudación en alza del abono mensual. En total, el Consorcio de Transportes tuvo que aportar a la EMT 9.315 millones de pesetas -el 27% del coste total de poner en marcha los 1.800 vehículos- a fin de compensar las pérdidas.

Los kilómetros que, recorrieron en 1995 los autobuses madrileños también dan ocasión para el pasmo: en total 89.542 millones. Es decir: 2.238 vueltas a la tierra o 117 viajes de ida y vuelta a la luna.Phileas Fogg

Eso sí, si Phileas Fogg, el protagonista de La vuelta al mundo en 50 días, hubiera viajado al paso de los autobuses de la EMT, habría perdido la apuesta motivo de la novela: el conocido trotamundos inglés habría tardado casi 4 meses en circunvalar el globo terráqueo, ya que la velocidad en línea media de los vehículos de la EMT fue en 1995 de 14,6 kilómetro por hora. Con todo, una décima mayor que la de 1994.

A pesar de tan menguada velocidad, los autobuses madrileños sufrieron el año pasado un total de 3.894 accidentes. Aunque la memoria especifica claramente que sólo fue culpable el conductor de la EMT en 1.366 ocasiones. En otras 2.063, la responsabilidad recayó en el conductor "del vehículo contrario", según reza en informe. Dudosos se declararon 552 topetazos. En todos estos accidentes se produjeron 1.003 heridos y tres muertos.

Aviso para navegantes: si uno quiere evitar estos percances, las estadísticas aconsejan no viajar ni el lunes ni el martes a primera hora: es entoces cuando se produce el mayor número de siniestros.

El informe también aclara el nivel de ocupación de los autobuses. Exactamente, y por media anual, los vehículos circularon al 60%.

El informe también registra la actividad, el rendimiento de la ORA -los vigilantes dependen de la EMT-, así como la venta de los boletos para estacionar en esta zona de aparcamiento restringido. Queda patente la agonía del sistema.

Desde 1983, hay una ininterrumpida caída de la venta y 1995 no ha resultado una excepción.

Más datos: cada 1.000 kilómetros se produce una avería y la longitud media de las líneas de los autobuses es de 16 kilómetros. La más larga, con 29 kilómetros, es la 130, que une Villaverde Alto con Vicálvaro; la más corta, con sólo 1.700 metros, es la Z-3, que nace en Batán y muere en el Parque Zoológico.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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