Dejadez

Señor alcalde de Madrid: soy un ciudadano al que le gusta pasear por el parque del Retiro (me gustaba). Un domingo por la mañana decidí no ir más hasta que usted y sus concejales decidan que el Retiro vuelva a ser un parque y no una sucursal del Rastro, donde la venta ambulante no permite pasear, donde ciudadanos poco respetuosos juegan al fútbol destrozándolo todo y donde el trapicheo de droga se realiza sin disimulo alguno.Por su dejadez y pasividad han convertido ustedes el Retiro en una especie de verbena-vale todo, sin el respeto que merece un parque, y los ciudadanos que con nuestros impuestos queremos pasear tranquilos, mañana, cuando los destrozos tengan que ser reparados, se acordarán de que la dejadez de hoy son los lamentos y gastos de mañana, y los ciudadanos tendremos que pagar la incompetencia de nuestros administradores. Cambien las ordenanzas si es necesario y terminen de vallar el Retiro.-