Los ritos de la huida

Mientras 800 personas asistían ayer a una insólita procesión en el barrio de San Fermín, el éxodo de Semana Santa al campo y la playa comenzaba con las tradicionales retenciones en la M-40 y en la N-V: los dos rituales de Semana Santa habían dado comienzo.

La de San Fermín era la primera procesión que el barrio veía en décadas. "Este cura ha conseguido lo que ningún otro", decía toda contenta Felisa Alvarate, de 64 años, que vive desde hace 22 años en el barrio de la periferia sur de Madrid y no recuerda haber visto jamás ahí una procesión. Su agradecimiento se refería a Francisco Martínez, delegado de cofradías. Él y la Congregación de Nuestra Señora de la Soledad, ubicada en la iglesia de San Ginés, hicieron posible el desfile.

A Maribel Méndez también le hubiera gustado ir. La dueña del bar San Isidro no pudo abandonar su trabajo. Pero se alegró del movimiento en el barrio: "Normalmente aquí a las nueve ya no hay nadie en la calle".

Y más estos días, cuando se prevé que miles de madrileños huyan hacia la playa y la montaña, informa Vicente G. Olaya. De hecho, la operación Semana Santa 96 comenzó ayer con retenciones en la M-40 y en la N-V, a la altura de Alcorcón. Para hoy las mayores complicaciones se esperan entre las ocho de la mañana y las dos de la tarde. La Dirección General de Tráfico pone a disposición de los conductores el teléfono gratuito 900 123 505.