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BT y Cable & Wireless negocian crear un gigante de las telecomunicaciones

British Telecom, la primera compañía británica de telecomunicaciones, negocia con su principal competidora doméstica, Cable & Wireless, una fusión que creará un gigantesco imperio con un valor de 33.000 millones de fibras (6,6 billones de pesetas) y unos 180.000 trabajadores en el mundo. El grupo resultante se convertiría en uno de los líderes mundiales del sector, con una posición en el mercado similar a la de la estadounidense AT&T y a la que tiene la alianza de Sprint con France Telecom. y Deutsche Telekom. Las acciones de ambas empresas subieron ayer en Londres como la espuma.

Cable & Wireless confirmó el jueves por la noche la existencia de "conversaciones exploratorias" en curso. La noticia provocó una auténtica convulsión en la city londinense. Ayer, entre fuertes rumores de un próximo anuncio de la fusión, ambas compañías volvieron a revalorizar sus acciones en 21 peniques, hasta los 369 peniques las de BT y otro tanto las de Cable & Wireless que se situaron en 532 peniques. Los sindicatos de telecomunicaciones pidieron a. la dirección de BT que la fusión, que elevaría la plantilla a 180.000 empleados, no provoque despidos masivos.Los sectores financieros saludaban la operación, que colocaría al Reino Unido en una posición excelente para competir con otros gigantes europeos e internacionales, especialmente cuando se liberalicen las telecomunicaciones en Europa, en 1998. Si bien, la fusión debe aún conseguir el visto bueno de las autoridades de varios países: Reino Unido, Hong Kong, Alemania y, en última instancia, Bruselas.

Anteriores intentos

Los intentos de British Telecom de fusionarse con Cable & Wireless, ambas privatizadas a principios de los ochenta durante el Gobierno de Margaret Thatcher, son antiguos. Sin embargo, hasta que no se produjo a finales del pasado año un cambio en la cúpula de Cable, con la defenestración de su director ejecutivo, James Ross, y su presidente, el antiguo ministro conservador lord Young, las expectativas de éxito eran pequeñas. British Telecom, la compañía telefónica número uno en el Reino Unido, necesita desesperadamente la estructura creada por Cable en Oriente para fortalecer ese flanco. Cable posee el 57,5% de Hong Kong Telecomunications, que pasaría a ser un importante activo compartido por BT. Por su parte, Cable & Wireless, propietaria del 80% de las acciones de Mercury y del 50% del negocio de teléfonos móviles Mercury One-2-One, compensará con esta alianza el relativo fracaso de este negocio. La compañía se beneficiará de las alianzas de BT en Europa -en España está aliada con el Banco Santander y posee el 6% de Airtel- y en EE UU, donde mantiene lazos con MCI Comunications Corporation.

La fusión acariciada por los dos gigantes de las telecomunicaciones británicas presenta algunas dificultades. Por un lado, Cable deberá desprenderse de Mercury Comunications, para evitar una concentración excesiva que choque con las leyes antimonopolio británicas. Este escollo, sin embargo, no parecía difícil de salvar ayer, ante las perspectivas de que AT&T lance una oferta por Mercury.

Tampoco parece complicado estructurar el imperio resultante de la fusión en lo que atañe a sus respectivas conexiones con diferentes empresas de telecomunicaciones en Alemania. La fusión, según todos los indicios, se ajustará a la forma de una compra de BT por parte de Cable & Wireless, la compañía menor, para sortear el obstáculo que representan las normas de la Bolsa de Hong Kong. De acuerdo con ellas, el comprador del paquete que posee Cable en Hong Kong Telecom estaría obligado a quedarse con el total de la empresa. Es decir, a desembolsar 6.000 millones de libras. Algo, excesivo, incluso para una empresa. como British Telecom, valorada en 22.000 millones de libras esterlinas.

Hace apenas una semana, Oftel, la autoridad reguladora de las telecomunicaciones en el Reino Unido, obligó a BT a reducir sus precios de aquí al año 2000. Según Oftel, los beneficios de la, compañía, 2.600 millones de libras en 1995, son excesivos. Cable, valorada en 11.000 millones de libras esterlinas, posee lo que le falta a BT: un floreciente mercado internacional.

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