Martínez Jiménez cita 22 veces a Gómez de Liaño como su conexión con Conde
Eugenio Martinez Jiménez declaró ayer que "nunca en su vida ha sido testaferro de Mario Conde" y explicó que la gestión de los apoyos financieros personales del entonces banquero y las operaciones con el grupo Banesto entre 1990 y 1993 corrió a cargo de su abogado y asesor Mariano Gómez de Liaño. El administrador único de Euman, que sigue como inculpado en el caso Banesto citó 22 veces a Gómez de Liaño, quien se va erigiendo en una pantalla entre Conde y su presunto grupo oculto Euman-Valyser.
Con la deportividad de que suele hacer gala, Martínez Jiménez, malagueño de 53 años, se exhibió tranquilo y muy seguro de sí mismo. A lo largo de cinco horas y media, con una pausa de 30 minutos, fumó algunos cigarrillos de la cajetilla del juez Manuel García-Castellón, y repitió los términos de su declaración del 5 de diciembre de 1994, cuando compareció como testigo. Eso fue lo que pensaba hacer si era llamado como inculpado. Y eso fue lo que pactó y practicó el pasado miércoles en presencia de su abogado Juan García Alarcón y el verdadero maestro de ceremonias: Mariano Gómez de Liaño.Se vio nada más comenzar la sesión al ratificarse en su anterior declaración. Aquélla puede resumirse así: "Si le he visto [por Conde] no lo recuerdo". Y en la de ayer, en cambio, la memoria era menos frágil en la superficialidad de los hechos, pero igual de terca en su rechazo a su papel de fiduciario. Tras ratificarse, pues, Martínez Jiménez leyó un papel solemne de una cuartilla de 20 líneas. Empezaba "como debe de ser", que diría Gómez de Liaño: "Nunca en mi vida he sido testaferro de Mario Conde".
Primero dijo que conoció a Renato Galletti, fiduciario de Conde en la sociedad suiza Kaneko Holding, en julio de 1993, al venderle, el 10% de la sociedad italiana Zenith 88 en representación del ex banquero. Después admitió que había sido en octubre de 1992, cuando le vendió a Galletti, que representaba a la suiza Jamuna, un 2% de Isolux. Si en su anterior declaración desconocía haber sido apoderado de la sociedad participada por Conde General Medical Merate España (GMME) y admitía haber sido consejero en nombre del ex banquero en Zenith 88, ahora había recordado. Sí, había sido apoderado de GMME.
Ni capital ni riesgo
Este hombre, aficionado al rugby, entusiasta del Club La Moraleja, no es menos duro para resistir las evidencias. EumanValyser, su sociedad de "capital riesgo", según la llama -en la sombría sala de un juzgado parece una definición sofisticada- ganó gracias a Conde y a costa de Banesto 7.490 millones de pesetas con un capital de 12,5 millones. "Eugenio no se jugó capital ni asumió riesgo. Conde le apoyó desde el comienzo, eso si sin conocerle, y Banesto le dio los negocios. Bonita empresa sin capital ni riesgo", dijo un abogado al abandonar el juzgado ayer.
La fortuna de Martínez Jiménez fue tal que adquirió en julio de 1990 un 40% de Isolux, empresa de instalaciones eléctricas, por 600 millones" la mitad de los cuales fueron obtenidos a través de un crédito respaldado por la principal sociedad patrimonial de Conde. En enero de 1992, vendió un 10% a Portland Iberia, del grupo Banesto, por 1.100 millones. Y cuando se le preguntó, ayer, por qué se dirigió al grupo Banesto, el hombre se asombró: -"Es Portland quien se dirigió a mi para hacer la oferta, me pareció atractiva y vendí..."
Fue así como, un año más tarde, Eurnart-Valyser vendió el otro 30% que le quedaba por 3.300 millones a una sociedad de papel, Ibiser, orquestada por el bufete de Gómez de Liaño. Adivinanza: ¿Quién estaba detrás de Ibiser? Respuesta: Como en las muñecas rusas, otra sociedad, Metallgesellschaft. ¿Quién venía después? Es fácil: Mario Conde, Arturo Romaní y su Corporación Industrial. Fue ésta la que adquirió el 30% de Isolux por 3.300 millones aparte de los 1. 100 que ya había pagado Portland Ineria por el 10%.
Todo esto, dijo Eugenio Martínez Jiménez es normal:
-"No hay nada especial".
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