Arte para parar un tren

Madrid Buscaban un espacio del que nacieran obras de arte y que ese arte: se mostrara de forma distinta a los ojos de la gente.Querían un foro de debate, un lugar de encuentro para pintores, escultores o músicos. Dicho y casi hecho: el pasado 29 de febrero, 1.300 personas se congregaban en una vieja y abandonada nave de Renfe. Se inauguraba El mal de la actividad, una muestra en la que participan 12 colectivos de vanguardia convocados por la Asociación Cultural Artefacto (AC/AF). Este grupo de artistas, todos jóvenes pero muchos ya consagrados, ha convertido por unas semanas una nave sin uso de la Renfe en una singular sala de exposiciones y conciertos. Falta ahora conseguir que este espacio se convierta en un centro permanente de creación y exhibición. Por eso están en negociaciones con la empresa ferroviaria.Un taladro vertical que se utilizó en su día en este antiguo taller de carpintería es ahora atentamente observado por dos perros de látex, obra de Susana y Leo. Sobre el suelo desconchado de una esquina está una máquina absolutamente inútil, fabricada con objetos que. sirven para cortar cáscaras de huevo, obra del colectivo El Perro.

Una fila de taquillas vacías conduce al montaje de otro & los colectivos, Artistas y Punto: han trasladado el contenido de esos armarios a una habitación que ahora luce saturada de ropa de todo tipo. "Hay una cosa muy clara", dice Ramón Mateos, de El Perro, "echas un vistazo a las actividades culturales de Madrid y hay todo tipo de carencias. Lo primero es ver qué sitios hay y trabajar para recuperar espacios", añade. La idea de poner en marcha el proyecto partió de este colectivo: llamaron a unos cuantos colegas y el círculo de artistas se abre cada vez más. Hace dos años, con motivo de la exposición Enseña tus heridas, participaron pintores, poetas visuales, arquitectos y escultores. Entre los 600 metros que ocupa la exposición, el arte surge de las formas más insospechadas. Hay revistas de arte que son cajas con obras de varios artistas dentro (de 2.000 a 4.000 pesetas). Los restos de Lasa y Zabala, copia dos de una fotografía, son el cuadro que ha presentado el colectivo Preiswert. Muchas de las obras no tienen precio por que es imposible venderlas. Pistacho Galery, un grupo de artistas obsesionado con la comida y el hambre, han aprovechado luna habitación para montar una mesa con el mantel, los platos y cubiertos pinta dos en papel. En la planta baja un cartel pide silencio antes de entrar en otra estancia: imposible. Hay que pisar un suelo lleno, de cristales rotos hasta llegar a una camita en la que duerme una rana. Es una obra de Vaquita Pictures.El mal de la actividad. Avenida Ciudad de Barcelona, semiesquina Antonio Nebrija (metro Menéndez Pelayo o Atocha Renfe), de 11.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00. Hasta el 28 de marzo. Entrada libre.