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Cajamadrid levanta el castigo de dejar sin ayudas sociales al Gobierno de Ruiz-Gallardón

José Manuel Romero

La comisión ejecutiva de Cajamadrid rectificó ayer la decisión del Consejo de Administración de la entidad que el 26 de febrero pasado aprobó castigar al Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón por no adjudicar a la entidad la recaudación de los tributos regionales. El castigo consistía en aplazar las ayudas de Cajamadrid a los programas sociales del Gobierno, regional. Lo propuso el presidente de Cajamadrid, Jaime Terceiro, y lo apoyó todo el consejo, incluidos los representantes del Partido Popular, entre los que se encuentra la primer teniente de alcalde, Esperanza Aguirre.

La comisión ejecutiva de Cajamadrid decidió ayer firmar la paz con la Comunidad, garantizando que en los próximos meses pactarán convenios de colaboración en materia social con el Gobierno de Ruiz-Gallardón, según un portavoz oficial de Cajamadrid. "El conflicto está desbloqueado", señaló Jaime Terceiro, presidente de la entidad financiera, comunicó personalmente la decisión al consejero de Hacienda, Antonio Beteta, quien valoró el acuerdo. "Creo que las relaciones entre la Comunidad y Cajamadrid van a tomar un nuevo rumbo a partir de ahora", dijo Beteta. "No existe ningún problema ni traba alguna para la colaboración tanto de presente Como de futuro de las dos instituciones". Sin embargo, varios miembros de la ejecutiva negaron anoche que se hubiera tomado decisión alguna.El consejo de administración había acordado hace tres semanas aplazar tales ayudas. Entre los programas afectados por la decisión estaba el ingreso madrileño de integración, que recibe 1.200 millones al año de Cajamadrid. En los últimos 10 años la entidad financiera ha donado 120.000 millones de pesetas a la Administración regional para programas sociales.

La medida entonces fue aprobada por unanimidad. El voto de los consejeros del PP, partido que controla casi el 50% del órgano de gobierno de Cajamamarid, molestó al Gobierno regional, que se sintió maltratado por sus propios representantes.

Cajamadrid decidió el castigo tres días después de conocer que había perdido el concurso para recaudar los tributos regionales (unos 134.000 millones al año). El supercontrato fue adjudicado al Banco Santander y al Central Hispano.

El pasado viernes, este periódico comunicó a Beteta la decisión de Cajamadrid, pero no se lo creyó. Incluso replicó que había comido con Jaime Terceiro y que el presidente de Cajamadrid no le había contado nada.

Los consejeros nombrados por el PP para la caja de ahorros obedecen órdenes de la dirección nacional del partido, pues Ruiz-Gallardón no tiene a ningún hombre de su confianza en el consejo. La ley de cajas impide a los diputados regionales ser miembros del consejo de administración, por lo que el grupo de Ruiz-Gallardón eligió para los dos puestos que le correspondían en ese órgano al alcalde de Majadahonda, Ricardo Romero de Tejada -un estrecho colaborador de Rodrigo Rato- y a Miguel Blesa -el hombre en quien Aznar ha confiado la política del IPP en Cajamadrid-

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Los representantes del Ayuntamiento son Esperanza Aguirre e Ignacio Echeverría, primera y segundo teniente de alcalde. Éste dijo ayer que para cualquier consulta, el portavoz del PP en el consejo era Miguel Blesa.

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