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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Gil nos ofende

Todo el mundo se ha enterado de la penúltima del señor Gil. La CNN, Galavisión, Euro Sport, además de todas las cadenas nacionales y autonómicas, públicas y privadas, se han encargado de que mayores y pequeños hayan visto reiteradamente una buena muestra de salvajismo y estilo siciliano. ¡Qué vergüenza y qué indignación! Vergüenza como ciudadano convencido de los valores democráticos, la convivencia pacífica, el respeto, la tolerancia y el diálogo; vergüenza como asiduo de Marbella, cuyos intereses dice representar; vergüenza como atlético, de corazón y no de bolsillo; vergüenza de que haya organismos en los que quepan personas con estas actitudes...Indignación por lo fácil que resulta a algunos destruir el trabajo que otros realizamos en nuestras casas y colegios; indignación al ver que quien insulta a diario campa a sus anchas vanagloriándose en público de lo que hace; indignación de la cancha que se le sigue dando en los medios de comunicación...

El fútbol está en lo más alto de la popularidad en nuestro país, los profesores y padres nos esforzamos por utilizar positivamente esta realidad, ¿cuántos profesores de este país tratan a diario de inculcar a sus alumnos actitudes de tolerancia y respeto utilizando el deporte como vía para lograrlo? Todo se va por tierra cuando algunos maleducados entran en acción, según ellos, "cargados de razones". Seguramente, el señor Gil pedirá perdón mañana, como lo pidió cuando dijo, refiriéndose a Adolfo Tren Valencia, "a ese negro le corto la cabeza, lo mismo me quedo solo, pero me da igual". La historia es tan reiterada que no parece aconsejable acceder a tal petición. Este ciudadano atlético no piensa hacerlo; lo mejor sería no volver a verle ni oírle. Estos personajes sólo temen a una cosa: no salir en los medios de comunicación.

Estas reflexiones y opiniones son de un pobre "maestro de escuela", como diría el señor Gil, el mismo que considera a sus futbolistas "figuritas de mazapán", y tienen poca importancia para un "defensor de la verdad", que ha pasado del "imbécil", "sociatas", "curillas", "buitres", "chorizos", a los puñetazos; eso sí, cumpliendo con su obligación". ¿Es posible confiar en organismos en los que participan per sonas con estos talantes? ¿Puede representar a alguien o a algo digno quien se manifiesta en público de esta manera? ¿A qué se llama intolerancia y fascismo en nuestra sociedad? ¿Cuándo se considera un hecho alarma social? ¿Qué se necesita para inhabilitar a perpetuidad a una persona?.-

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