Una denuncia por corrupción de jueces amenaza la campaña electoral de Silvio Berlusconi

El espectáculo es de primera. El brazo derecho y el brazo izquierdo de Silvio Berlusconi, dos abogados que le han seguido hasta la política sin dejar de atenderle en los negocios, se agredieron en televisión despiadadamente. Pero las preocupaciones electorales para Il Cavaliere superan con creces la falta de unidad de su partido que se deduce de este incidente. El motivo del enfrentamiento entre Cesare Previti y Vittorio Dotti, los dos brazos aludidos, es que la mujer del segundo acusa al primero de haber sobornado a jueces con dinero de Berlusconi.

La investigación montada por los fiscales milaneses de Manos Limpias sobre este caso tuvo su primera consecuencia importante el pasado lunes, cuando fue detenido Renato Squillante, jefe de los jueces de instrucción de Roma, que sigue en la cárcel acusado de haber recibido de Previti varias decenas de millones de pesetas. Los fiscales aseguran que las denuncias de Stefania Ariosto, la compañera de Dotti, han sido confirmadas por otros testigos y por grabaciones realizadas con micrófonos espía en ambientes frecuentados por los jueces.Pero lo que pareció ser el inicio de un gravísimo choque entre magistrados ha adquirido connotaciones electorales, tras conocerse el resto de los detalles del caso. Sobre todo, que alguna de las operaciones en cuestión se refieren al laudo judicial que dio a Berlusconi el control del grupo editorial Mondadori, motivo hipotético de uno de los presuntos pagos percibidos por Squillante. Faltaba, para complicar la campaña de Forza Italia, que Previti y Dotti surgieran en esta historio a como ya se ha dicho.

Ambos son riquísimos, en buena medida gracias a Fininvest, y compiten en la política como en los negocios. Ex ministro de Defensa y senador, Cesare Previti, de pasado neofascista, es el rostro duro del sector más derechista, de Forza Italia. La magistratura de Brescia ha pedido su procesamiento por maniobrar con Paolo Berlusconi, hermano de Silvio, para destruir moralmente al ex fiscal Antonio Di Pietro. Vittorio Dotti es jefe de los diputados de Forza Italia y la cara más amable del sector centrista de su partido.

Testigo de cargo

En cuanto a Stefania Ariosto, la testigo de cargo, es una mujer bella y elegante, simpatizante de la izquierda, que empezó a colaborar con los magistrados de Milán el pasado junio. Había sido citada a declarar sobre cheques por valor de miles de millones de pesetas salidos de libretas de ahorro a nombre de familiares de Berlusconi. Uno de ellos llegó a sus manos. Los fiscales sostienen que las libretas y los cheques eran un expediente para crear fondos negros en Fininvest.Ariosto cuenta que, desde que colabora, recibe brutales amenazas de muerte que culminaron, el pasado 23 de diciembre, con la entrega a domicilio de un cordero degollado. Dotti confirma las amenazas, dice que sabía que su compañera de los últimos ocho años colaboraba con la justicia, pero asegura, que no tenía ni idea del contenido de sus declaraciones. "Somos sólo novios, no vivimos juntos", explica. "Me he enterado por los periódicos". Previti, que rechaza las acusaciones, califica a su compañero de partido de "bellaco" e "irresponsable". No obstante, el propio Berlusconi instó anoche a Dotti a que desmienta todas las acusaciones realizadas por su compañera sentimental.

Las magistratura de Roma se ha alzado contra la de Milán por el encarcelamiento del presidente de los jueces de instrucción de la capital italiana. Vuelan las acusaciones de "jomeinismo" contra los fiscales de Manos Limpias, y se denuncia que, una vez más, el escándalo judicial coincide con una cita electoral clave. La izquierda guarda un prudente silencio, consciente de que la investigación le favorece electoralmente.

[Por otra parte, el radical Marco Panella, líder del peque no partido de los Reformadores, hasta ahora aliado de Berlusconi, anunció ayer que se presentará solo a las elecciones del próximo 21 de abril. Panella, al que se le atribuye un 2% en intención de voto, justificó su ruptura con Berlusconi en que el Polo de la Libertad "está en camino de convertirse muy rápidamente en una fuerza católica en la tradición típica italiana, decidida a favorecer a los democrátas cristianos", informa France Presse.]