If
Pujol, hermano, venga esa mano. Pujol, guaperas, habla lo que quieras. José María Aznar busca pareados con prisas y sin pausas, consciente de que de Pujol alimenta todo: si dice sí le concede la presidencia del Gobierno, y si dice no le convierte en un mártir más del genocidio lingüístico y la avidez fenicia de los catalanes. Además, Pujol le sirve a Aznar como maniobra de diversión ante la pírrica victoria obtenida en la noche del 3 de marzo, teniendo en cuenta la magnitud de los desastres socialistas y la envergadura de la operación de acoso y derribo a que se vio sometido el imaginario del felipismo. Demasiados medios y circunstancias favorables para tan poca victoria.Aznar tiene un poema de cabecera, If, de Kipling, decálogo de normas condicionales de la forja del carácter. If ha desempeñado un papel importante en la educación de los adolescentes victorianos y posvictorianos y a mí me evoca el espíritu de Camino, el catecismo psicosomático del Opus Dei, por más que acepte que el poema haya servido para la forja de adolescentes sensibles laicos e incluso marxista-leninistas o simpatizantes de Coalición Canaria o de la caída de la de en posición intervocálica. "Si puedes conservar la cabeza cuando todo a tu alrededor / pierde la suya y por ello te culpan, si puedes confiar en ti cuando todos dudan / pero admites también sus dudas; si puedes esperar sin cansarte en la espera, / o que te mientan, no pagues con mentiras, / o que te odien, no des lugar al odio, / y -además- no parezcas ni demasiado bueno, ni, demasiado sabio...".
Si... Si José María Aznar forma Gobierno, tal vez se avance la lógica federal de España; pero un líder demasiado céntrico, centrista y centrado pagará un precio ante las derechas que oculta y morirá de éxito mucho, mucho antes de que el milenio nos separe y de que Felipe González vuelva de vacaciones.
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