Un nuevo socialismo

La voluntad de los españoles, expresada en las urnas el pasado domingo 3 de marzo, nos ha devuelto a los socialistas a la oposición. Este es un hecho que no conocíamos, a nivel nacional, desde hacía 13 años. Todo ello debe conducirnos a una profunda reflexión. En primer lugar, admitir que los años de gobierno han desgastado de alguna forma la filosofía propia que debe emanar de un partido de izquierdas. En segundo, la necesidad de encontrar un líder de la talla de Felipe González para dirigir el PSOE del siglo XXI. El tiempo que pasemos en la oposición nos concede la inestimable oportunidad de atacar esta obligada renovación que el pueblo español nos solicita calladamente.La regeneración ideológica vendrá de la mano de una firme voluntad de debate y análisis, de recuperación de unos valores que históricamente los socialistas hemos defendido y ostentado.

Encontrar el líder adecuado nacerá con el sincero y abierto deseo de renovación que impida los miedos y temores que coarten las legítimas aspiraciones de los que están dispuestos a comandar el partido. Y esto ultimo debe de comenzar a suceder en unos meses, y no con vistas a unas elecciones, momento en el cual la precipitación daría al traste con la mejor de las voluntades.

Tenemos ante nosotros un periodo para recuperar la ilusión que transmitimos a la sociedad española en 1982, y para ello contamos con una base de más de nueve millones de votos y con las esperanza de muchos que nos seguirán atentos en los próximos tiempos para erradicar definitivamente su despecho.. Porque la nueva mayoría (!?) no encuentra sus cimientos en la ilusión, sino en el desengaño.

Y apunto todo esto porque considero que es obligación de los jóvenes socialistas el exigir ese relevo necesario que conduzca a la consecución de ese nuevo socialismo que todos esperamos y que sabemos que va a llegar.-