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China afirma que seguirá disparando misiles hasta que Taiwan cese de "dividir la patria"

REUTER / AFP Sin atender a críticas, preocupaciones, advertencias o condenas, China disparó en la Madrugada de ayer tres misiles M-9 tierra-tierra, sin carga, que alcanzaron sus objetivos, en el mar, a pocos kilómetros de Taiwan. Pekín no quiso confirmar los disparos, pero el presidente Jiang Zeming aseguró: "Nuestro combate no cesara un solo día mientras las autoridades taiwanesas no cesen acciones para dividir la patria". Chiang Chung-ling, ministro de Defensa de Taiwan, afirmó que, si China ataca dentro de las 12 millas marinas de las aguas taiwanesas, "por supuesto que habrá un contraataque".

"Nunca escuché nada parecido", declaró a la televisión nacional Su Teh-tsun, residente en el puerto norteño de Keelung, que se encuentra a unas veinte millas náuticas (37 kilómetros) al oeste de la cueva marina en la que impactó uno de los misiles. Los otros dos fueron disparados en dirección sureste, contra un objetivo situado a unos 56 kilómetros al oeste de Kaohssiung, el puerto más importante de la isla. Ambos objetivos están más cercanos a Taiwan de lo anunciado por Pekín. Los M-9 corresponden a la versión china del misil soviético Scud, utilizado por Irak durante la guerra del Golfo. Su cabeza tiene capacidad para llevar 500 kilos de explosivo convencional, químico o nuclear. Su alcance es de 600 kilómetros. Los disparados ayer no estaban cargados. El ruido que ocasionaron fue simplemente el impacto de su carcasa, de 10 metros de larga, contra el objetivo.El miedo se ha adueñado de la población taiwanesa, que no teme tanto el estallido de un conflicto con la madre patria como la posibilidad de un accidente o un incidente por nerviosismo o descuido de un soldado de uno u otro bando. Desde que China anunciara el martes pasado su intención de realizar maniobras militares y probar misiles entre el 8 y el 15 de este mes, se han formado largas colas ante los bancos nacionales para cambiar la moneda a dólares. Muchos bancos se quedaron sin los ansiado

billetes verdes y al menos una entidad norteamericana fletó ayer un avión para que volviese cargado de billetes.

El ministro de Exteriores chino, Qian Qichen, se dirigió al pueblo de Taiwan y le pidió calma, pero no dejó de advertirle que el apoyo a la independencia de la llamada isla rebelde es un "desastre real".

"Este tipo de crudas amenazas y provocaciones dañan seriamente las relaciones a través del estrecho y hacen más larga la distancia hacia la reconciliación nacional", señala el comunicado emitido por el Consejo de Asuntos del Continente (MAC) de Taiwan, que en estos últimos.15 años se ha encargado de las crecientes relaciones bilaterales entre China y su provincia, en la que se refugiaron los nacionalistas tras la pérdida de la guerra civil en 1949.

Desviación de las rutas

Oficiales de los puertos de Keelung y Kaohsiung, que juntos controlan alrededor del 70% del comercio marítimo de Taiwan, señalaron que el ritmo de trabajo de ayer fue "casi normal" y que las grandes compañías despacharon todos los barcos previstos, aunque realizaron pequeñas desviaciones en las rutas.

Pero si en los muelles hubo normalidad, en las ciudades cundió el pánico. La policía de Keelung se reunió para estudiar la puesta en práctica de los planes de "militarización en tiempo de guerra", que regulan el racionamiento de, alimentos y organizan equipos de voluntarios para tareas médicas, alimenticias y de ingeniería. Tanto en Keelung como en Taipei se han revisado los. antiguos refugios antiaéreos. En el islote de Kinmen (Quemoy), a sólo nueve kilómetros de la costa china, muchos habitantes durmieron a la intemperie.

"La tensión continuará en mayor o menor grado hasta que Taiwan sea capaz de convencer a China de que no trata de ser independiente", declaró el presidente Lee Teng-hui. En plena campaña para las primeras elecciones presidenciales directas celebran en Taiwan, previstas para el día 23, Lee pidió tranquilidad a la población.

Pekín ha indicado claramente que estas maniobras militares tienen como fin influir en las elecciones de Taiwan, restar votos a Lec! Teng-hui y, especialmente, frenar cualquier aspiración independentista de la isla.

Lee se ha convertido en la bestia parda de China desde que en junio pasado retó al Gobierno de Pekín y viajó a Estados Unidos como parte de su campaña por lograr un escaño en la ONU para su país. Candidato del gobernante Kuomintang (Partido Nacinalista) y favorito ante los comicios, Lee no ha dejado de retar a Pekín en sus mítines, con el consecuente incremento de la irrita ción del régimen chino. "Las gentes gozan aquí de libertad y eso es lo que molesta a Pekín, porque el conjunto de los 1.200 millones de habitantes de China envidian la libertad", declaró ayer Lee después de pedir a los votantes que "elijan a un presidente con coraje".

Pero los analistas indican que la guerra entre China y Taiwan no pasa de ser "verbal" por el momento. La mayoría considera "improbable" un conflicto bélico en aguas del estrecho y "casi impensable" una invasión. A pesar de ello, los ánimos se han caldeado mucho en los últimos 10 meses y nadie descarta que el nerviosismo facilite un accidente o un incidente.

Japón envía un Portahelicópteros a la zona

REUTER Japón anunció ayer el envío del mayor de sus navíos de vigilancia, el portahelicópteros. Chikuzen, a la zona de conflicto, cerca del objetivo situado al este del puerto taiwanés de Keelung, para vigilar la seguridad de sus líneas de abastecimiento y de la isla Yonaguni, situada a 150 kilómetros del mencionado puerto.

Sin embargo, no hubo confirmación, ni desmentido, de las informaciones difundidas por diversas emisoras de que también se ha movilizado a barcos de guerra.

El primer ministro, Ryutaro Hashimoto, señaló en una conferencia de prensa que el conflicto en el estrecho de Taiwan "está tomando un mal camino" e insistió en que ha tratado de convencer a Pekín y Taipei de que resuelvan sus diferencias de forma pacífica.

Un portavoz del Departamento de Seguridad Marítima de Japón señaló que la misión del Chikuzen, de 3.800 toneladas, "es afianzar la seguridad de la navegación marítima". La misma fuente dijo desconocer cuánto tiempo permanecerá el guardacostas en el área.

También en Filipinas se recibió con preocupación la noticia del disparo de los misiles chinos. El Gobierno de Manila teme que un error en los disparos permita a los misiles alcanzar las islas Batanes, que se encuentran al norte del país, 190 kilómetros al sur del puerto taiwanés de Kaohsiung, cerca del cual está el otro objetivo de tiro.

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