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NUEVO MAPA POLÍTICO

Convergència i Unió, a favor de que el Partido Popular se haga cargo de la presidencia del Congreso

La presidencia del Congreso debe ser para "el grupo político que tiene la mayoría para formar Gobierno", según manifestó ayer Convergència i Unió (CiU) por medio de su portavoz, Joaquim Molins. Este respaldo para que el PP se haga con la presidencia del Congreso y las declaraciones de los portavoces permiten asegurar que, en principio, hay acuerdo para que socialistas, IU-IC, nacionalistas catalanes y vascos y PP estén representados en la Mesa. Joaquín Almunia aseguró que el PSOE no hará maniobras para arrebatar al PP la presidencia del Congreso, pero recordó la intransigente actitud de los populares en la anterior legislatura, con la que consiguió cuatro de los nueve miembros del órgano rector de la Cámara baja.

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Joaquim Molins, lo mismo que José Carlos Mauricio (Coalición Canaria), Rosa Aguilar (Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya), Iñaki Anasagasti (PNV), Joaquín Almunia y el propio Rodrigo Rato, portavoz del Partido Popular, están de acuerdo en que la Mesa, al no existir mayoría absoluta" debe responder a la pluralidad. Pero mientras el portavoz catalán aseguraba que este asunto no se ha concretado y añadía que CiU no ha "solicitado nada" ni tampoco se le ha "ofrecido nada" con respecto a la presidencia, todos los portavoces sugerían que hay un principio de acuerdo y que, incluso en una primera aproximación, los nueve miembros de la Mesa del Congreso se ajustarían a la siguiente distribución: tres diputados para el Partido Popular, otros tantos para el PSOE, uno para Convergència i Unió, otro para IU-IC y uno más para el PNV. El grupo canario cedería su presencia en la Mesa a cambio de obtener representante en la del Senado. La figura más importante, es decir la del presidente del Congreso, no está decidida ni en cuanto al grupo ni en cuanto al nombre. Un acuerdo pacífico llevaría posiblemente a que sea el Partido Popular quien ostente la presidencia de la Cámara, pero las negociaciones se adivinan complicadas y no son, en modo alguno, independientes del resto de las cuestiones que CiU y PP, fundamentalmente, tendrán que abordar en las próximas semanas.Por tanto, es perfectamente posible que un puesto tan codiciado como la presidencia del Congreso -tercer personaje en el orden protocolario del país tras el Rey y el presidente del Gobierno- sea una de las piezas claves en el total de las negociaciones.

Almunia, en nombre de los socialistas, declaró que había tenido conversaciones con Rato, Aguilar y Molins, además de algún contacto telefónico con el peneuvista Anasagasti, y que en esas conversaciones se había abordado fundamentalmente la composición de las mesas del Congreso y del Senado y todos los mecanismos necesarios para poner en marcha la nueva legislatura.

Algo que tiene que estar cerrado el día 26 por la noche, ya que el 27 se celebrará, por estar así establecido en el decreto de convocatoria de las elecciones, las sesiones constitutivas del Congreso y del Senado. Almunia añadió que también se ha sugerido en esos contactos la necesidad de lograr acuerdos para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), algunas vacantes del Tribunal Constitucional y el Consejo de Administración de RTVE.

El portavoz socialista dio seguridades de que su grupo no entrará en ninguna maniobra para intentar un acuerdo que le diese mayoría absoluta y dejara al Partido Popular fuera de la presidencia del Congreso.

Añadió Almunia que los socialistas no plantearán una alternativa y, en consecuencia, no presentarán candidato propio a esa presidencia, pero inmediatamente recordó que "la voluntad de pluralismo le corresponde al partido ganador" y que, tras las elecciones de 1993, el PSOE, "teniendo. 18 diputados más, tuvo uno menos que el Partido Popular en la Mesa del Congreso".

En ese momento explicó que los populares se negaron a pactar y con sus votos consiguieron dos vicepresidentes y dos secretarios, algo, recordó, que el PSOE tiene esta vez en su mano con sus 141 diputados. Se explayó Almunia en explicar que, en la anterior legislatura, el PSOE cedió un puesto al PNV y que esa "generosidad" le supuso soportar "el filibusterismo que impidió al final de la legislatura debatir el proyecto de ley del aborto".

En definitiva, Almunia concluyó que los socialistas no entrarán "en ninguna operación para interferir en la mayoría parlamentaria" y que confían en que se llegue a un acuerdo entre todos, pero que, si, el día 26 ese acuerdo no se ha logrado, no se quedarán "con los brazos cruzados".

De español del año a demonio del año

"Para el diario que publicó que Pujol era el Español del Año, al cabo de dos meses pasó a ser el demonio del año, simplemente porque la negociación no la hizo con quien a él le hubiese gustado. Con esa misma objetividad están cambiando ahora". Joaquim Molins, portavoz de CiU, contestaba con esa referencia al diario Abc a una pregunta en tomo a su opinión sobre quienes durante la legislatura pasada acusaron a Jordi Pujol y a Convergència i Unió de comportarse como depredadores frente al resto de los españoles y ahora insisten en calificarlos de imprescindibles para la buena gobernabilidad del Estado.Molins aseguró que está habiendo un gran "cinismo" y que actitudes de ese tipo las tuvieron "el señor Aznar", "el señor Anguita" y "determinados medios de comunicación".

El representante de Convergència i Unió en el Parlamento nacional aprovechó para asegurar que lo ocurrido "debiera servir para aprender una lección de tolerancia". "Quizá ahora todos hemos aprendido un poco y eso nos ayude a hacer las cosas mejor en el futuro", añadió.

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