Francia teme que el supuesto 'asesino de la mezquita' huya al Líbano
La policía francesa teme que Saad Slainti prepare una nueva fuga hacia Oriente Próximo. Slamti, presunto autor de un doble asesinato en Madrid y ciudadano libre en Francia gracias a que España no cursó su orden de extradición, obtuvo recientemente un visado para viajar a Líbano. Su antigua pertenencia a organizaciones islamistas hace sospechar que el prófugo dispone de contactos libaneses o iraníes.
Slamti, marroquí de 30 años, es el supuesto autor de la muerte a hachazos, el 20 de octubre de 1990, del imam de una mezquita de Madrid y del supervisor de la enseñanza árabe en España. Tras el crimen, la policía perdió la pista a Slamti, quien cruzó clandestinamente la frontera con Francia, cambió de identidad y recibió permiso de residencia. Así vivió hasta que en junio de 1995 fue detenido en París. Sin embargo, al cabo de 40 días fue puesto en libertad por falta de demanda de extradición por parte de España.[El Ministerio de Justicia, tras un mes sin ofrecer ninguna explicación, negó ayer que hubiese cometido ningún error en la tramitación del expediente de extradición y señaló que la solicitud fue presentada por los juzgados madrileños fuera de plazo y que esto motivó su devolución, sin que el juez la hubiese reactivado.]
Con todo, desde la liberación de Slamti en Francia, el supuesto asesino estaba advertido de que sería apresado de nuevo en cuanto llegara la documentación desde Madrid. Su propio abogado afirmó que Slamti había sido "agraciado con un milagro". Pasaron los meses y los papeles españoles siguieron sin llegar, por lo que el súbdito marroquí se fue relajando poco a poco. Tanto, que este mes cobró puntualmente su pensión de la Seguridad Social francesa y renovó los documentos que le acreditan como refugiado político.
Las versiones sobre por qué Slamti, autor confeso de un doble crimen, no ha sido aún detenido difieren en Madrid y en París. Según fuentes cercanas a la policía francesa, la orden de detención no ha sido renovada en España.
Esta imputación es negada en España. El Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid, según fuentes cercanas al caso, dio luz verde a la petición policial para reinsertar la orden de captura internacional el 2 de febrero, justo después de que este periódico alertase que Slamti se movía libremente por Francia. La Dirección General de Policía confirmó que la orden figura en los ordenadores de Interpol.
En cualquier caso, presumiendo que la orden estaba en camino, los policías franceses empezaron a preparar el segundo apresamiento. A través de la Seguridad Social, el Ejército de Salvación y otras instituciones de las que depende Slamti, se le hizo saber que debía acudir a la Prefectura para renovar su tarjeta de residente. El marroquí tardó unas semanas en recibir el mensaje, pero acabó personándose el 20 de febrero en la oficina que le requería. El agente que debía detenerle le tuvo al alcance de la mano, pero, según fuentes policiales, no había llegado ninguna orden y fue necesario dejarle marchar. Antes, un funcionario revisó su pasaporte y descubrió el visado para Líbano, obtenido en diciembre y perfectamente válido.
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