La deuda, la bolsa y la peseta se recuperan a la espera de que el PP alcance un pacto para gobernar

Los mercados financieros han asumido, en dos días la inesperadamente débil victoria de los populares en las elecciones. La deuda, la peseta y la bolsa subieron ayer ligeramente en espera de que el PP y CiU cierren un pacto de gobernabilidad que evite la inmediata convocatoria de elecciones. El consenso entre las principales fuerzas políticas de mantener los esfuerzos de convergencia, los mensajes de tranquilidad lanzados por el Gobierno en funciones y la expectativa de que el Banco de España baje pronto los tipos de interés han frenado las ventas. La Bolsa de Madrid ganó un 1,63%, la peseta se apreció 17 céntimos con el marco (84,43) y la rentabilidad del bono 10 años se moderó al 9,96%.

Ha sido prácticamente un camino de ida y vuelta. Si el convencimiento de que las elecciones darían origen a un Gobierno fuerte había impulsado a los mercados financieros en las últimas semanas, el resultado electoral, que amenaza con prolongar la agitada legislatura anterior y entorpecer la lucha contra el déficit público, ha devuelto a las cotizaciones casi a la situación previa en sólo dos días.La moneda española cerró ayer a 84,43 unidades por cada marco (84,60 el día anterior). A diferencia de la Bolsa, la peseta ha registrado muy poca volatilidad, salvo en la madrugada del pasado lunes, que llegó en Asia hasta las 85,30 pesetas. Fuentes del mercado aseguran que el Banco de España ha intervenido comprando pesetas a cambio de marcos y dólares. Una medida que el banco central aplica tras varias semanas en las que la situación contraria, es decir, la fortaleza excesiva de la peseta, le ha permitido reponer sus reservas de divisas. En febrero, el Banco de España las aumentó en 2.577 millones de dólares hasta situarlas en 42.000 millones.

Un tipo de cambio estable es una de las condiciones necesarias para que el banco central baje próximamente el precio del dinero y dé aliento a una economía que ha frenado su ritmo de crecimiento en los últimos meses. La firma Analistas Financieros Internacionales cree los tipos oficiales, ahora en el 8,75%, pueden bajar en la subasta del próximo día 13, que coincide con la publicación del IPC de febrero. Las mismas fuentes calculan que la inflación de los últimos doce meses se moderará al 3,5% (3,9% en enero). "Una rebaja del precio del dinero demostraría la independencia de la política monetaria y mandaría un mensaje de confianza", señalan.

El mercado de deuda también frenó su caída. Las compras permitieron que la rentabilidad del bono a diez años se mantuviera por debajo del 10%, aunque está aún por encima del 9,60% de la semana pasada. El diferencial con Alemania, que mide la desconfianza del ahorro exterior en España, se mantuvo en 3,66 puntos. La mayor calma permitió al Tesoro rebajar mínimamente la rentabilidad de las letras a un año (del 8,40% al 8,34%). Sin embargo, tuvo que subir en 0,29 el tipo de los bonos a cinco años y en 0,26 puntos, el de las obligaciones a 15 años. En total, adjudicó 310.352 millones, frenta a los 877.000 solicitados.

La Bolsa, que llegó a perder un 6,29% en dos días, ganó ayer un 1,63% y cerró a 329,38 puntos. Los inversores han acogido con optimismo los mensajes estabilizadores lanzados por el Gobierno socialista y las declaraciones del PP y CiU en favor de alcanzar los acuerdos necesarios para la gobernabilidad. El secretario de Estado de Hacienda, Enrique Martínez Robles, insistió ayer en Sevilla en que los resultados. electorales no deben preocupar a los inversores, a quienes recordó que las perspectivas de la economía son positivas. En este sentido, el presidente de la Bolsa, Antonio Zoido, destacó, en una entrevista con Europa Press, que los tipos de interés tienden a la baja, los beneficios de las empresas crecerán un 15% y la inflación está en un nivel históricamente bajo.