Arzallusdice que no debe haber prisas para pasar de la guerra con el Partido Popular a la colaboración
El PNV vive el momento político más cómodo de los últimos años tanto en el País Vasco como en lo que se refiere a su proyección española. Sus cincos escaños van a contar más que nunca en esta legislatura y Xabier Arzalluz lo sabe. Por eso no tiene prisa y cree que debe pasar un tiempo para que llegue la serenidad ausente del debate político en los últimos tres años. En declaraciones a la Cadena SER, el presidente del PNV subrayó que, "así de golpe, no se pasa de una situación cuasi bélica a una de colaboración" con la formación de José María Aznar. Y resaltó también que la política económica y el Estado de bienestar estarán entre las prioridades, junto a la pacificación y la representación en Europa. "Estamos muy preocupados con el terna europeo, la moneda única, la economía productiva. Recuerdolos tiempos de Carlos Solchaga [ex ministro de Industria, y de Economía y Hacienda]. Aquello fue el terror. Cayeron a mitad de las industrias por una política monetarista. Todo eso hay que pensarlo. Nostros somos industriales y nos va bien en este momento, pero fijese el desafío que hay. Y de eso tenemos mucho que hablar. Tengo mucho miedo. Perdónenme ustedes, pero yo siempre he visto mucha frivolidad en Madrid. No el Madrid de los madrileños. El otro Madrid [el de la sede de la Administración central").
Arzalluz habló el lunes por teléfono con el presidente del PP, aunque la conversación no pasé del mero protocolo. Esa misma mañana, el portavoz del Grupo Vasco en el Congreso, Iñaki Anasagasti, también había respondido a la llamada de Aznar. Pero el PNV no estaba ese día para coaliciones ni negociaciones, ya que se encontraba consternado por el asesinato de su militante y ex responsable de Información antiterrorista en Guipúzcoa Ramón Doral.
"Han herido el corazón del nacionalismo", dijo ayer Arzalluz. Este asesinato de ETA no impidió a la dirección peneuvista reunirse el lunes para analizar los buenos resultados y constatar que, por primera vez tras la escisión, habían superado el listón de los 300.000 votos en unas elecciones generales. Se espera que los nacionalistas hagan esta semana un análisis de los comícios y también del asesinato.Pacto en Euskadi"Hace falta un poco de sosiego. Me acuerdo de cuando al final hicimos un acuerdo con los socialistas [en el Gobierno Vasco]. Hubo unos tres meses de negociaciones entre socialistas y otros partidos para que nuestra gente, el cuerpo social del PNV, asumiera que se pudiera llegar a una colaboración de ese tipo, y tal vez no digo que tres meses, pero hace falta algún tiempo de cierta seneridad", indicó el líder nacionalista.
Al igual que cuando los socialistas les invitaron en 1993 a formar parte del Gobierno, en esta ocasión el PNV no estampará ninguna firma sin contar con su Asamblea Nacional, máximo órgano entre congresos.
En aquella ocasión, el presidente del PNV interpretó que el PSOE quería un "contrato de adhesión" y este comportamiento lo achaca a que en España no hay cultura de coalición. Arzalluz aboga por una coalición seria: "Una coalición no es simplemente que uno ponga un ministro".
Arzalluz reconoce que la formación del Ejecutivo va a ser "un test muy fuerte" para Aznar. "No sólo de él, sino de su mundo. No sólo Aznar, los ansones (en alusión al director de Abc) y todos estos están ahí. Usted dirá que les tengo manía. Les tengo terror a esta gente. Son los mayores desestabilizadores. ¡Qué han hecho estos tres años! ¡Cómo se han metido con Pujol!. Y ahora Pujol va a tener que ser el razonable. Guerras absolutamente inútiles, perjudiciales".
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