Interior está convencido de que el piso asaltado en Madrid está ligado a ETA
El Ministerio de Justicia e Interior está convencido de que el piso del barrio madrileño de Vallecas asaltado por la Guardia Civil en la madrugada de ayer tiene o tuvo algún, tipo de relación con ETA. A pesar del patinazo policial, ya que la irrupción no dio resultados positivos, fuentes de Interior sospechan que alguna mujer que anteriormente residió en esa vivienda tiene relación con la infraestructura terrorista en Madrid. Los investigadores basan su creencia en un croquis, en el que aparece señalada la calle del Pico Veleta, hallado en poder de un detenido en el País Vasco el pasado 28 de febrero.
En la redada realizada por efectivos de la Guardia Civil el pasado 28 de febrero, en la que fueron detenidas seis personas en Vizaya, y Guipúzcoa, se halló documentación "muy valiosa" sobre las actividades de Jarrai (rama juvenil de KAS), según fuentes de la investigación.Al registrar un caserío de Galdakao (Vizcaya) se encontraron dos papeles que no encajaban con el resto pero que hicieron saltar las alarmas de la Guardia Civil. Uno de los documentos es un rudimentario croquis en el que aparece claramente indicado el inmueble número 4, piso 2º C, de la calle del Pico Veleta, junto con otras anotaciones de calles e instituciones de Madrid.
El otro documento descubierto en el caserío consiste en una fotocopia de parte de un plano oficial del barrio de Vallecas, bajo otro dibujo manual sobre la situación de la calle de Peña Prieta, precisamente el lugar donde el pasado diciembre fueron asesinados seis trabajadores de la Armada mediante un coche bomba.
Aparte de la citada documentación, la Guardia Civil comprobó que uno de los seis detenidos en el País Vasco, que es estudiante de arte, suele viajar frecuentemente a Madrid para visitar museos y galerías.
Reunidos todos los indicios, Interior consideró "urgente" proceder a la entrada y registro del piso de la calle del Pico Veleta. Así se lo expuso al juez de la Audiencia Nacional Carlos Bueren, que en vista de la documentación que se le exhibió, decidió autorizar el asalto en la vivienda.
Según fuentes policiales, la precipitación por asaltar el piso no dejó tiempo a hacer la más mínima investigación sobre las dos jóvenes que actualmente lo habitan -una de ellas profesora de BUP- ni determinar si tenían relación con ETA o algún grupo de su entorno. Agentes armados y enmascarados irrumpieron en la vivienda a las cuatro de la madrugada de ayer, tras derribar la puerta, y dieron un susto de muerte a las dos jóvenes.
Interior está convencido de que la vivienda pudo formar parte hace un año o dos de la red de apoyo a ETA, aunque no tiene base para pensar que en algún momento residieran allí los integrantes del comando Madrid. La Guardia Civil está investigando a todas las mujeres que han sido inquilinas de ese piso y, en concreto, sigue el rastro a unas jóvenes que lo tuvieron alquilado hasta hace un año y medio.
Mientras, cinco de los detenidos en la redada del País Vasco han quedado libres por orden del juez Bueren: tres sin cargos y dos bajo fianza. Alberto Martínez Sustacha, el único que sigue detenido, comparece hoy ante el magistrado.
Situación de alerta máxima en Madrid
Todas las fuerzas de seguridad del Estado han entrado ya en la fase de alerta, dentro de la operación montada para garantizar la tranquilidad de la jornada, electoral de mañana domingo. Pero en Madrid la situación es de alerta máxima, ante el temor de que ETA intente un atentado de gran repercusión, según informan fuentes policiales.
La capital de España, que constituye la principal preocupación de las autoridades del Ministerio de Justicia e Interior, está completamente tomada por miles de policías. Durante los últimos días hay en marcha un plan de controles móviles que de manera intermitente detienen a, los automovilistas para comprobar su identidad. La plantilla policial de Madrid ha sido reforzada con más de 400 funcionarios desplazados desde otras ciudades donde el riesgo es aparentemente menor.
Una de las principales misiones de los agentes es servir de escolta a numerosos altos cargos y dirigentes políticos que habitualmente no cuentan con esta protección. El Ministerio de Justicia e Interior ha decidido asignar guardaespaldas a estas personas, al menos hasta que pasen las elecciones, ante la posiblidad de que figuren en los planes de ETA, según un mando policial.
La policía, además, sigue la pista a varias personas residentes en Madrid, ante la sospecha de que pudieran servir, de apoyo y cobertura a la organización terrorista.
Los expertos antiETA tienen la certeza de que el comando Madrid cuenta con un grupo de colaboradores, cuya vida aparentemente no levanta ninguna sospecha.
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