_
_
_
_

Boris Yeltsin trata de recuperar a Bielorrusia y le perdona la deuda

Pilar Bonet

Rusia, que acaba de obtener un crédito del Fondo Monetario Internacional y ha sido obligada a reestructurar su deuda exterior, se mostró ayer generosa con Bielorrusia, por motivos políticos y militares, y perdonó las deudas del vecino Estado eslavo, de gran importancia geoestratégica para Moscú.El líder ruso, Boris Yeltsin, y su colega bielorruso, Alexandr Lukashenko, que inició ayer una visita oficial a Moscú, firmaron en el Kremlin un documento que anula las deudas mutuas entre los dos países. A tenor del acuerdo, Moscú considera pagadas las facturas de suministro de gas hasta el 1 de febrero de 1996, y Minsk se da por compensada por el material radiactivo y los misiles nucleares retirados de Bielorrusia tras la disolución de la URSS, así como por los costes de mantenimiento de las tropas rusas en territorio bielorruso. La factura del gas suministrado a Minsk oscila entre los 600 millones y los 720 millones de dólares (entre 75.000 y 90.000 millones de pesetas), según distintos cálculos.

Yeltsin anunció ayer que a finales de marzo piensa firmar un tratado para continuar el acercamiento multilateral con Bielorrusia. A este tratado, según dijo, podrían unirse también las repúblicas asiáticas de Kazajstán y Kirguisia. Con la vista puesta en el voto de los nostálgicos de la URSS, el líder ruso da pasos para una mayor integración de las repúblicas. Sin embargo, Yeltsin opinó ayer que la integración no supone crear de nuevo la Unión Soviética, tal como sueñan los comunistas, y propuso fundar un comité especial entre Bielorrusia y Rusia, países que han suprimido sus fronteras internas y forman parte de un espacio aduanero único.

En vísperas de su viaje a Moscú, Lukashenko manifestó que su país ha dado el visto bueno para que Rusia acabe de construir una estación de radar ultramodema en territorio bielorruso, tras renunciar a la aportación económica que Occidente ofrecía por su desmantelamiento. Señaló también que Bielorrusia no plantea a Rusia el pago de peajes ni el mantenimiento de las unidades militares o de las pensiones de los jubilados militares como hacen otras repúblicas de la ex URSS.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_