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Wall Street enloquece

Los análisis son contradictorios y cunde la euforia y el nerviosismo ante la eventulidad de un desplome como el de 1987

El índice Dow Jones se ha convertido en una montaña rusa. El lunes 12 ole enero dio un salto de 58 puntos y franqueó la barrera de los 5.600, un 9,4% más del nivel con el que comenzo 1996. El martes 13 volvió a subir y batió su séptimo récord consecutivo, con una cima de 5.601,23, puntos. Pero el jueves y el viernes el índice se desplomó. Después del festivo del lunes 19, las cotizaciones volvieron a caer otros 45 puntos el martes, con lo que el Dow Jones perdía 143 puntos en una semana, un 2,5% de su valor. El miércoles volvió la fiebre hacia arriba: 57,44 puntos los circuitos de alarma, que el día anterior se habían activado cuando se registró un descenso superior a los 50 puntos, volvieron a encenderse, pero alertados por el movimiento contrario. Y el jueves, nada más abrirse la sesión, la bolsa ganó otros 50 puntos para cerrar con 92,49 positivos, el séptimo récord total con 5.608,46 puntos."La subida de la Bolsa evoca la posibilídad de que el Dow alcarice los 10.000 puntos". "La Bolisa vuela; el Dow sobrepasa la marca de los 5.60V. "Los circuitos del Dow se activan para controlar la subida". Los medios de comunicación tratan de seguir el curso de la bolsa con titulares corno éstos, sin dejar de preguntarse por las causas y con el temor de que el globo se pinche el día menos pensado.

Expertos y medios de comunicacion se hacen las dos preguntas básicas -¿por qué la volatilidad? ¿hasta cuando va a subir el Dow Jones?-, pero los análisis son contradictorios y cunde tanto la euforia como el nerviosismo ante la eventualidad de que se produzca un -desplome como el de 1987.

Las alteraciones de Wall Street se guían en estos momentos por una razón fundamental: el futuro del precio del dinero a corto plazo. Si Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal Banco Central de EE UU, no deja claro que los tipos de interés van a seguir bajando, la bolsa cae, pero basta que al día siguiente aclare, que tampoco lo descarta, para que se recupere lo perdido, como ha ocurrido esta semana.

Otro factor que ha contribuidio a las subidas generalizadas es la elevada cantidad de dinero en fondos mutuos y sociedades de inversión inmobiliaria. Según The Wall Street Journal, la acumulación de liquidez durante las seis primeras semanas del año en los fondos mutuos ha sido muy elevada: los responsables de su manejo e inversión han reaccionado en algunos casos, como hicieron en 1995, con lentitud, por miedo a que fuera una burbuja. Ahora se sienten presionados para no perder el tren.

Suponiendo que los inversores interpreten la ambigüedad de Greenspan en clave positiva y el Dow Jones siga subiendo, ¿cuál va a ser su techo? Es muy difícil saberlo, pero todos los expertos consultados por los medios de comunicación coinciden en que el actual ritmo es insostenible. Sólo repetir los avances de 1995 -un 33% en conjunto- se contempla como extraordinario por aquellos que aseguran que en las leyes no escritas de Wall Street, a un año de grandes ganancias le suele suceder un año de vacas flacas.

Pero, con las estadísticas en la mano, las excepciones a este principio han sido muy significativas: en los dos últimos decenios las siete ocasiones en las que el índice ha subido por encima del 20% han estado precedidas por años en los que las ganancias habían superado los dos dígitos. Por ejemplo, el 23% de aumento de 1986 tuvo como prólogo una subida del 28% en 1985.

¿Qué sectores son los que tiran del mercado? A pesar de los informes en los, que se expresan dudas sobre la solidez de la recuperación y el ritmo del crecimiento, se han registrado notables movimientos en las cotizaciones de empresas que tienen una relación directa con actividades básicas, como la maquinaria pesada.

Otro sector muy dinámico es el de las telecomunicaciones: la perspectiva abierta por la nueva ley que elimina las barreras internas está provocando un notable movimiento de fusiones, de compra de emisoras de radio y televisión y de inversiones astronómicas en el desarrollo de los sistemas de fibra óptica. Pero cualquier otra actividad, desde la farmacéutica hasta la tecnológica, puede estar bajo los focos cualquier día en este espíritu burbujeante del mercado.

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