El Murcia le hace la maleta, al Unicaja
La lucidez del anfitrión condena a un apático equipo malagueño
La Copa fue fiel a sus preceptos. El Unica a fue despedido por el Murcia, un equipo de segunda fila es 160 en la Ligacuya presencia en la fase final se debe a su condición de organizador. Ya antes de la prórroga -hubo empate a 78- tuvo medio ganado el partido el equipo murciano y sólo su falta de oficio le evitó un mayor escarnio al Unicaja.El actual subcampeón liguero acarreó plomo. Pagó su apatía y no se sabe bien si de su espesura se vieron perjudicados especialmente Rodríguez y, Ansley o fue exactamente lo contrario. El Murcia entró en el partido con un arsenal de antídotos y una consigna: correr. Los malagueños carecieron de reprise. Sólo consiguieron continuidad táctica en ataque cuando hicieron llegar el balón bajo el aro a Miller. Tuvieron que sobrevivir a base de un esfuerzo defensivo que aparentó resultarles de lo más áspero y dificil. Romero cuidó en principio de la metralleta del Murcia, Washington. No le fue mal al Unicaja en principio en este aspecto. Pero Washington fue de menos a más, forzó la tercera falta de Romero y llevó por la calle de la amargura a todo el Unicaja que en ocasiones impuso una defensa mixta, cuatro en zona y Ávalos sobre el alero americano, y que en su desesperación llegó a hacer algún dos contra. uno sobre su bestia negra.
Pero el, inesperado realizador de la noche fue el pívot estadounidense Howard Wright. Con su rapidez desbordó a Reyes y le dio trabajo extra a un Ansley en baja forma. Wright fue el jugador más sutil bajo los aros, forzó faltas, contribuyó a la anunciada superioridad de su equipo en el rebote (el Murcia es el mejor de la Liga en esta faceta), fue clarividente en la selección de sus lanzamientos e incluso convirtió en puntos alguna basura: Soler marcó el ritmo pero se quedó corto en varias bandejas.
El Unicaja redobló esfuerzos en defensa en la segunda parte y después de sufrir lo indecible (48-40) volvió a ver el horizonte gracias a los triples. Guillén y Ansley fueron letales. El alero de la cantera malagueña anotó tres triples y sumó 11 tantos en un abrir y cerrar de ojos gracias a la escasa atención de su marcador, Washington. Gracias a él y a los seis triples anotados por su grupo (empate a 67 en el minuto 35) el partido quedó sin vencedor claro hasta los segundos finales. El Unicaja se aferró a este recurso, hasta las últimas consecuencias. El Murcia parecía tener el -partido ganado (75-70) pero sus errores se combinaron con los triples de Ávalos y Rodríguez y dos tiros libres de Babkov forzaron la prórroga (78-78). En los cinco suplemenvanos el Murcia culminó su absoluta superioridad.
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