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Reportaje:

A caballo entre dos mundos

Una asociación ayuda a los emigrantes españoles que han regresado a la patria

"No sé muy bien cuál es mi hogar verdadero, si España o Alemania", dice Marina Ayoso Bailón, de 18 años, nacida en Langenfeld (Alemania), pero residente en Madrid desde 1994. Marina es una entre el millar de jóvenes españoles, hijos de emigrantes, que cada año arriban a Madrid. En 1993, 2.130 emigrantes o hijos de emigrantes regresaron definitivamente a España, según la estadística del Ministerio de Asuntos Exteriores. Más de la mitad (1.205 personas) eran menores de 35 años. Para que este regreso a un país sólo conocido a veces a través de los recuerdos de los padres no sea traumático, nació en 1981 la asociación Apoyar (Asistencia, Pedagógica, Orientación y Apoyo al Retorno). Entonces era la única asociación de este tipo; ahora lo sigue siendo."Recibimos y acogemos a la gente para que se sienta a gusto en el país de sus padres", dice Charo García Liebna, que trabaja en Apoyar. "Organizamos actividades culturales y salidas. Así los inmigrantes llegan a conocer más de la historia y del arte de Madrid y España", explica. Al mismo tiempo, Apoyar encarga a emigrantes antiguos dar clases de idiomas a los retornados, para que no olviden la lengua del país que les acogió.

Los padres de Marina, españoles y emigrantes, siempre le advirtieron que algún día regresarían a su patria. Y ese día llegó: "No quería marcharme de Alemania", cuenta Marina, "pero no podía quedarme tampoco. Era menor de edad". Todo este problema de identidades quiere resolverlo volviendo pronto a Alemania para comprobar si ella todavía se identifica con el país donde nació.

"Conocía España solamente por la televisión como un país de playas y, palmeras", dice Eduardo Serrano Díaz, un chico español de 26 años que pasó toda su infancia en Alemania y que también acude a Apoyar. Eduardo vivió durante 3 años con sus padres en un pueblo cerca de Bremen. Al principio Eduardo tuvo muchos problemas para adaptarse a la cultura española, que le pareció más ruidosa, alegre y viva al mismo tiempo.

Después de tantos años en España todavía desconoce, como Marina, si es español o alemán. Alrededor de 300 inmigrantes retornados pasan cada año por Apoyar para buscar una ayuda de vida práctica y psíquica. "Les ayudamos en sus trámites burocráticos", mantiene Josefina Cembrero, una de las principales fundadores de esta organización. Apoyar tuvo un presupuesto de seis millones en 1995, aportado en su totalidad por el Ministerio de Asuntos Sociales. No basta para todas las actividades que planean y por eso buscaron un alquiler más barato para su sede. Finalmente se mudaron el día 12.

Apoyar. Montera, 34, 4º despacho 12. Metro Sol. 522 70 38.

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