Las familias de los muertos de La Pinilla acusan de negligencia a la estación

Las familias de Joaquín Cano Soriano y Nieves Sutil, los dos esquiadores que el sábado pasado murieron con tan sólo media hora de diferencia en el mismo lugar de La Pinilla, acusaron ayer a la estación de negligencia y falta de seguridad. "¿Por qué no se cerró la pista después de la primera caída mortal?", se preguntan los familiares. "No dio tiempo; hasta que no se conoció la gravedad del primer suceso, no se pudo actuar para evitar el segundo", se defienden en la estación. "No se puede parar una pista por cada accidente sin conocer antes sus consecuencias".

Nieves Sutil y Joaquín Cano murieron con media hora de diferencia en el mismo lugar y del mismo modo en la estación de esquí de La Pinilla. Ambos esquiadores resbalaron en una placa de hielo de la pista el Mirador; el resbalón les precipitó hacia una pista negra contigua que estaba cerrada por su mal estado, y una vez allí cayeron rodando hasta el poste de un remonte, donde murieron al golpearse, según relataron los testigos a los familiares."Una mujer vio cómo mi hermana cayó en la curva de la pista del Mirador donde estaba la placa de hielo. Luego, mi hermana entró rodando en la pista negra y allí intentó agarrarse con uñas y dientes al terreno antes de chocar contra el poste". Miguel Sutil, hermano de Nieves Sutil, la pedagoga de 34 años y esquiadora habitual que subió a La Pinilla con su marido el sábado pasado y sufrió el primer accidente mortal, asegura que su familia no para de recibir llamadas de testigos que vieron el peligro del lugar donde murió su hermana.

La familia de Joaquín Cano Soriano, la otra víctima, de 32 años y también aficionado al esquí, sí ha contabilizado las llamadas de testigos que los han llamado a ellos: 32. "No tiene sentido que mi hermano muriera en el mismo lugar donde media hora antes había muerto otra persona y donde, encima, horas antes se había partido las dos piernas otro esquiador", dice José Cano, hermano del fallecido.

Asesoramiento

Ambas famlias están dispuestas a iniciar acciones legales contra la estación por ambos accidentes. "De momento estamos recopilando toda la información posible y asesorándonos", señala Juan Cano. "No queríamos entrar en esto; bastante tenemos con lo ocurrido pero creemos que la estación no actuó correctamente".La Pinilla, SA, es una sociedad anónima de capital público que cuenta entre sus socios con la Junta de Castilla y León, la Caja de Ahorros de Segovia, la Diputación Provincial de Segovia y el Ayuntamiento de Riaza. Ayer, fuentes de dicha sociedad se pronunciaron por primera vez desde el accidente y aseguraron que desde el principio están trabajando con las autoridades competentes para que se lleve a cabo una investigación judicial. "Es fundamental respetar esta actuación, con el fin de que no se haga un juicio paralelo. Tenemos la seguridad de que se ha actuado correctamente cada día, y en especial el sábado. Y sobre todo en el tema de la seguridad, algo fundamental para una estación de esquí".

Los familiares de los fallecidos también se preguntan por qué no había ningún tipo de señalización ante el peligro de la curva o por qué no había balizas o vallas de protección entre una pista y otra para evitar la caída mortal.

Según la estación, no existe una legislación específica sobre balizamiento y señalización en las pistas de esquí. Todo queda a merced de los directores de cada estación. La Pinilla, que se sometió a obras de modernización hace tres años, pretende ser un foco de atracción de Segovia, ya que está situada en la zona más deprimida de la región. El capital de la sociedad que gestiona la estación es de 3.630 millones de pesetas.