Unicaja resolvió el duelo andaluz

El enemigo público número uno no hizo gala al atributo que le ha otorgado la afición de Ciudad Jardín. No es que Unicaja y Caja San Fernando tengan muchas cuentas pendientes, pero la procedencia sevillana de éste no es precisamente un motivo de simpatía para la afición malagueña. En lugar de un duelo regional, el Caja San Fernando pareció más bien un buen vecino. Su juego ayudó a la victoria del rival, un hecho que para Unicaja tiene efectos balsámicos, después de haber encajado dos derrotas consecutivas en la Liga y, sobre todo, del disgusto que ha supuesto su accidentada eliminación en la Liga Europea.En la cancha se enfrentaban las dos mejores defensas de la Liga, pero esta vez la de Unicaja fue claramente superior. En ella está la principal razón de su clara victoria y su éxito fue frenar el ritmo rápido que Michael Anderson intentó imponer al ataque sevillano en la primera mitad.

El equipo malagueño además reencontró ayer su juego exterior que resultó demoledor. A la inspiración de Sergei Babkov, que dio una lección de fundamentos técnicos y de versatilidad ofensiva con sus lanzamientos y penetraciones a canasta, se unió ayer la de Gabi Ruiz. Los dos fueron unos auténticos pistoleros y entre ambos anotaron ocho triples y sumaron 45 puntos.

Warren Kidd, máximo anotador de la Liga, sólo apareció en el encuentro cuando el marcador ya se movía por unos márgenes muy amplios. Alfonso Reyes, que ayer dejó fuera del quinteto titular a Milce Ansley, le secó en la primera parte.

El único recurso ofensivo del Caja San Fernando lo puso Michael Anderson, un base excelente que, sin embargo, pecó de un excesivo individualismo.En el primer tiempo el norteamericano estuvo bien frenado por la presión a que era sometido desde su propia canasta. En la segunda parte, se empeñó en ser el máximo anotador del partido, y lo consiguió con creces, pero su equipo no encontró nunca un sistema que pusiera en apuros la defensa malagueña. El Unicaja vivió así con comodidad los minutos finales.