Triunfo de la escuela manchega

Las comparsas que participaron ayer en el desfile de carnaval de Madrid pertenecían a dos estilos bien distintos: las que acudían de La Mancha o Extremadura eran ordenadas, disciplinadas, ortodoxas, numerosas, brillantes y previsibles. Algo así como las de Río de Janeiro, pero con mucho más frío alrededor y bastante más ropa encima. Las que procedían de Madrid, por el contrario, fueron desordenadas, más chapuceras, menos numerosas, más reivindicativas y, en algunos casos, un tanto originales. Ayer hubo críticas a la incineradora, a los políticos o a la Ley de Extranjería. En cuanto a las carrozas, más de lo mismo. Las foráneas, mucho más vistosas que las furgonetas un tanto adornadas que aportaron los de Madrid. En total, participaron ayer unas cuarenta carrozas (la mitad, de fuera) y unas 4.000 personas.El jurado encargado de premiar la mejor carroza y la mejor comparsa se decidió al final por la escuela manchega. Las 700.000 pesetas del primer premio fueron para la carroza titulada Sueño submarino, de la peña El Burleta, procedente de Campo de Criptana; la mejor comparsa fue El Trastacho, de la peña Los Ojonudos, de Valdepeñas; las dos, de Ciudad Real.

De cualquier forma, esto no es Copacabana, aunque sólo sea por el invierno. Un ejemplo: la reina del carnaval, María Reyes, ex Miss España, contempló el desfile debajo del protector abrigo del concejal de Cultura, Juan Antonio Gómez Angulo.