Ortlieb impone su potencia en el descenso

El austriaco Patrick Ortlieb, el mayor peso pesado del descenso en el circuito blanco, impuso ayer su corpulencia para ganar la prueba más rápida de los mundiales, a más de 117 kilómetros por hora de media y con pasos sobre los 140. El campeón olímpico en Albertville 92, de casi 28 años, 1,89 metros y 91 kilos, sumó así el título mundial a su palmarés y dio el primer triunfo en los campeonatos a su país, Austria, decepcionante hasta ahora en los dos supergigantes disputados pese a ser con gran diferencia, la primera potencia global del esquí alpino en la actualidad.

Ortlieb, segundo está temporada de la Copa del Mundo, en la que ha ganado el descenso de Val Gardena, era la gran alternativa al favorito, el francés Luc Alphand. El ganador de la pasada Copa y líder de la actual con victorias en tres pruebas (Vail, Val d´Isere y Garmisch), perdió incluso por una centésima la medalla plata ante su amigo y compañero de lesiones, el italiano Kristian Ghedina. Ambos son dos ejemplos impresionantes de recuperación para la élite. Ortlieb no hizo un buen tiempo en la parte alta, de la pista Veleta de 3.930 metros, pero él sabía que si no cometía errores graves, el trazado no era difícil y le convenía a sus condiciones. En cuanto llegaron las diagonales y los planos, pese a no agacharse demasiado en posición aerodinámica, empezó a deslizar mejor que nadie apoyando su enorme peso en las colas y terminó como un obús, a casi 128 kilómetros por hora en la parte final. Delante de él habían puesto el podio ya muy caro el noruego Kjus, cada vez más recuperado de la caída de enero que le ha impedido brillar al máximo, y el italiano Ghedina. Incluso antes, el inevitable norteamericano que se la juega en cada gran competición, esta vez el canadiense Stemmle, fue el primero en alcanzar la barrera de los 117 kilómetros por hora de media, gracias a ser el más rápido al comienzo, justamente al revés que Ortlieb.

Leyes físicas

Pero la única posibilidad real ya de desbancar al austríaco bajaba inmediatamente detrás y la duda se despejó pronto. Alphand nunca le inquietó. Hubiese necesitado un trazado más virado y difícil para paliar la diferencia de peso y quizá de encerado de los esquíes, en lo que también acertó Ortlieb. Tanto Ghedina (1,77 metros, 81 kilos) como Alpliand (1,81, 80) cedían entre 10 centímetros y 10 kilos a un rival que a igualdad de técnica tenía que ganar por simples leyes físicas de gravedad, .velocidad y aceleración. Italiano y francés bastante mérito tienen. Ghedina, de 26 años, sufrió un grave accidente de circulación en 1991 que estuvo a punto de acabar con su carrera. Alphand, ya con 30 años, es todo un milagro del esquí tras pasar un rosario de lesiones, la última de ligamentos cruzados en la rodilla en 1992.Hoy, en el descenso femenino (11.30, La 2, Eurosport), la alemana Katia Seizinger buscará su revancha del supergigante, donde se salió a los pocos segundos. Y lo hará no sólo ante la ganadora del lunes, la italiana Isolde Kostner, sino ante la estadounidense Picabo Street.

Clasificación:

1. Ortlieb (Austria), 2.00.17 minutos (117,73 kilómetros por hora). 2. Ghedina (Italia), a 0,27 centésimas (117,47). 3. Alphand (Francia), a 0,28 (117,16). 4. Kjus (Noruega), a 0,47 (117,27). 5. Stemmie (Canadá), a 0,76 (117).