El explosivo en casa

El 90% de los hogares de la región tiene un explosivo en casa: el gas. Ya sea una bombona, tubos de Gas Natural o un depósito, el familiar combustible sólo necesita una chispa para arder. La Dirección de Industria explica que cuanto mayor es el número de usuarios, más engorda la estadística negra. A continuación se resumen los siniestros de los últimos 22 meses.

Muerte en la bañera. Pilar Rubio Plaza, de 34 años, falleció intoxicada en Coslada el 24 de abril de 1994. La instalación tenía año y medio y meses antes había sido revisada.

Familia de Cenicientos Un escape de gas de un calentador alimentado por una bombona de butano mató el 21 de enero de 1995 a un matrimonio de deficientes y a sus dos hijos, de nueve meses y dos anos, en Cenicientos (1.800 vecinos).

Bombona-piqueta. José Luis Baciero Gómez, de -50 anos, 1 murió en Carabanchel el 27 de enero al explotar una bolsa de butano procedente de una bombona. El inmueble de Falcinelo, 19, tuvo que ser derribado días después.

Operario asfixiado. El empleado de la contrata Osha José María Sánchez Zanetti perdió la vida cuando trabajaba en una tubería de Gas Natural en Virgen del Puerto. Quedó sepultado por la explosión dentro de la zanja el 14 de febrero del pasado año.

Surtidor de gas. A 50 metros de la calle de Bustamante, donde explotó una tubería el pasado 9 de enero, días después de lo cual murieron cuatro ancianos, hubo un fuerte escape de gas el 17 de julio de 1995. Fue en la glorieta de Luca de Tena, y los vecinos describieron que el gas se veía como un enorme surtidor.

Fuenlabrada. Una inspección para la puesta en marcha de la instalación de gas natural en la calle de Londres, 8, de Fuenlabrada, no detecta un fallo de soldadura. Por ahí se escapó el gas en agosto pasado. Murieron dos mujeres después de días de agonía.

Anciana calcinada. La explosión de una bombona de butano el 9 de noviembre pasado mató a Vicenta Culebras, de 80 años, vecina de Vallecas. Los bomberos la vieron en el suelo medio calcinada.

Acorralado por las llamas. Una bombona de gas propano estalló en la calle de Santa Isabel (Atocha) el 23 de noviembre. Francisco Martín, de 69 años, se lanzo al vacío para huir de las llamas.

Molestias en el estómago. Carlos L. L., de 31 años, vecino de Fresno del Torote, sintió molestias en el estómago antes de morir asfixiado por monóxido de carbono el 31 de diciembre.