La Fiscalía archiva la denuncia de Gómez de Liaño contra Orti, a quien considera "imparcial"
La Fiscalía General del Estado resolvió ayer "rechazar de plano" la denuncia formulada el pasado jueves por Mariano Gómez de Liaño, entonces abogado penalista de Mario Conde y otros ex consejeros de Banesto, contra el fiscal del caso Banesto, Florentino Orti, por violación del secreto de actuaciones. Gómez de Liaño invocó unas declaraciones, apócrifas, del fiscal sobre su deseo de implicar al citado abogado y a Francisco Javier Sitges en la querella criminal que se sigue contra los ex administradores del banco, a partir del testimonio del fiduciario suizo Paolo Gallone. La Fiscalía destaca la "discreción, imparcialidad, objetividad y defensa de la legalidad" profesadas hasta el momento por Florentino Orti.
La decisión de archivar sobrevino inmediatamente, sobre las 14.00 horas de ayer, tras escucharse en la Fiscalía General del Estado los testimonios de Florentino Orti y del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, José Aranda. Según fuentes próximas a la Fiscalía General, Orti explicó que no había mantenido ningún contacto con la prensa tras las declaraciones del fiduciario suizo, y que, incluso, permaneció un día más en Ginebra (las declaraciones de Gallone fueron el martes en Lausana). "Gómez de Liaño no es tan ingenuo como para pensar que una denuncia apoyada con varios recortes de periódicos podía prosperar nada menos que en la Fiscalía General, que ocupa Carlos Granados. Lo que quería era adelantarse y poner una china en el camino a su inculpación", dijo un abogado próximo al caso.El abogado se ha anticipado cuando ha visto la coincidencia de dos hechos: las revelaciones de Gallone sobre su relación con sociedades suizas y el inminente fin de las diligencias previas en el caso Banesto y su conversión, en un auto próximo del juez García-Castellón, en procedimiento abreviado. En ese momento, el juez pasará a la acusación -el fiscal y las partes personadas- el sumario para la calificación de los hechos y preguntará al fiscal si desea hacer nuevas diligencias.
Ante la eventualidad de una inculpación -cuya base serían las propias declaraciones de Conde en las que el ex banquero habla de Gómez de Liaño como su administrador real, sus relaciones con el grupo Euman-Valyser y, ahora, con el testimonio de Gallone-, el abogado ha preferido atacar. Si hay inculpación, dirá que ya lo había advertido y que se trata de una persecusión. Inculpación.
Fuentes jurídicas consultadas dijeron a este periódico que toda la información reunida a lo largo de las diligencias, procesada por los peritos judiciales y por la Agencia Tributaría, apunta a situar a Mariano Gómez de Liaño como cooperador y beneficiario de operaciones presuntamente fraudulentas (Promociones Hoteleras, Isolux, facturas de difícil justificación, y otras) en las que tuvo especial protagonismo el grupo Euman-Valyser, que, según los informes periciales, pertenece o está relacionado con Mario Conde.
Aun cuando se han acumulado evidencias, ni el fiscal ni el juez han decidido implicar a Gómez de Liaño. La razón, al parecer, estriba en un criterio seguido hasta ahora en la instrucción de la querella: la persecución penal se centra en los ex administradores de Banesto (con la excepción de Fernando Garro, que era director general). Muchas sociedades o personas ajenas al banco que pudieron beneficiarse en operaciones ilícitas no han sido implicadas. Uno de los casos más evidentes es el de Jacques Hachuel, que fue cooperador necesario en la desaparición de los 1.344 millones que pagó Air Products por una opción de compra al 5,9% de Carburos.
Fuentes jurídicas estimaban que hay dos casos flagrantes en los que el criterio general aplicado hasta ahora podría albergar alguna laguna en la instrucción: el caso de los dos hombres que han trabajado en el grupo oculto de Conde. Eugenio Martínez Jiménez, administrador único de Euman-Valyser, y Gómez de Liaño.
