La venganza de Sainz

Le tiene ganas Carlos Sainz a la nueva temporada. Ganas de volver a pelear por conseguir triunfos, de ser competitivo empezando otra vez desde cero, de desarrollar un nuevo coche y convertirlo en el mejor, de hacer crecer su nueva escudería, de demostrar que sigue siendo un número uno. Ganas, sobre todo, de volver a ser feliz corriendo rallies, sin tensiones, sin malestar. Ganas de derrotar a Colin McRae, el campeón y al equipo Subaru, aquel que fue su casa aunque nunca le hicieran sentirla como tal. Así arranca el piloto madrileño un nuevo curso en el campeonato del mundo de rallies, una temporada en la que pretende batirse por el título, por esa tercera corona con la que sueña desde que logró la segunda en 1992.Sainz va a ser, sin duda, uno de los principales protagonistas de este Mundial 96, que se presenta con el más extraño de los calendarios. Desde el Rally de Suecia, que se desarrollará a partir de mañana, hasta el Rally Cataluña, que cerrará el campeonato en noviembre, el bicampeón y su flamante Ford Escort van a ser la atracción. Son la pareja de moda pese a que McRae y Subaru son los que se aprestan a defender sus títulos.

El fichaje de Sainz por Ford y la sanción de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) a Toyota hicieron que, para los rallies, 1996 viera la luz antes de tiempo. Los dos procesos viven su último acto esta semana en Suecia. Para el piloto madrileño y su nueva escudería, el primer rally de la temporada supone la hora de la verdad, el momento en que comprobarán su nivel respecto a la competencia y, sobre todo, respecto a Subaru y McRae. Esa es la referencia.

Toyota, por su parte, va a desvelar en Suecia su estrategia para 1996. Prohibida su participación en el Mundial como equipo oficial, la marca japonesa deja la inscripción de su piloto estrella, el finés Juha Kankkunen, en manos de escuderías locales en cada país, de manera que cumple con la sanción de la FIA pero mantiene, en cierta medida, el apoyo a un programa completo en el Campeonato Mundo, aunque no puntúe en la clasificación de marcas. Sin embargo, nadie conoce cuál será el grado de competitividad de los Toyota privados.

Esa participación, aunque encubierta, de la marca japonesa permite que, a la hora de enumerar los nombres que estarán en todas las peleas, batallando en cada rally y por el campeonato, la lista no sea diferente a la de temporadas anteriores. Los coches que se disputarán las victorias serán siempre Subaru, Ford, Toyota y Mitsubishi. Los primeros como defensores del título y por ser el coche y el equipo mas desarrollado en este momento, parten como favoritos. El rendimiento del trabajo de Sainz en Ford es todavía una incógnita, igual que el papel de los Toyota. Mitsubishi, por su parte, afronta el Mundial sin una estrategia definida.

En cuanto a los pilotos, la crisis de volantes que se cernía sobre el, Mundial parece haber quedado superada, al menos temporalmente. Todos los notables estarán en Suecia, aunque algunos no tengan todavía garantizado un programa completo para todo el campeonato. McRae es, en principio, el hombre que batir.

El finlandés, Tommi Makinen, es el número uno de Mitsubishi. Muchos le apuntan como la sorpresa de 1996, junto al sueco Kenneth Eriksson, quien ha heredado la plaza de Sainz en Subaru. El argumento a favor de estos hombres es claro: son especialistas sobre tierra y esa es la superficie que predomina en el campeonato -sobre nueve pruebas, una es sobre nieve, dos sobre asfalto y seis sobre tierra-, aunque curiosamente las dos últimas, es decir, el desenlace del Mundial, serán sobre asfalto.

En este calendario atípico, en el que sobresalen las ausencias de los rallies más prestigiosos, como Montecarlo, Portugal y el RAC, sólo existe una novedad: la inclusión, por primera vez, del Rally de Indonesia. Y también es nuevo, por supuesto, el escenario de la última batalla, que cambia de los bosques británicos a las carreteras catalanas. Esta vez, si es el caso, fa pelea por el título la jugará Sainz en casa. Al final de la temporada, para cada piloto contarán los ocho mejores resultados. Y en cuanto al reglamento, 1996 llega sin novedades importantes.