_
_
_
_

Nueva intoxicación mortal en una familia por mala combustión del gas

Fallece una mujer de 36 años en Móstoles, y uno de sus hijos se hallaba ayer en comaHace apenas 12 s, el 25 de enero, padre y dos hijos morían por una intoxicación de gas natural en su casa de San Fernando de Henares (28.900 habitantes). El calentador doméstico no quemaba bien el combustible. Miles de madrileños revisaron los suyos a raíz de ese suceso. En el bloque de Móstoles (99.400 habitantes) donde vivía Rosario Rodríguez, de 36 años, no necesitaban hacerlo, porque los técnicos habían pasado por allí un mes antes, el 27 e diciembre. Pero aquel día, cuando llamaron a la puerta el piso 2º A en el número 8 de la calle de Bécquer, no les abrió nadie. Y pasaron de largo. Ayer, de madrugada, Rosario y sus hijos se intoxicaron en ese mismo piso por la mala combustión del propano. La madre murió, uno de los niños entró en coma, y otros dos quedaron ingresados en el hospital.El padre, Antonio García, regresaba del bar de Fuenlabrada donde trabaja, a la 1.30. Al entrar en su piso, de tres habitaciones, vio desvanecidos a su esposa y sus tres hijos. José, de 13 años, el mayor, estaba tendido en el suelo de la cocina. En el salón, Rosario yacía en un sofá junto con Ana Belén, de ocho años, y Antonio, de cuatro. Los dos pequeños se hallaban desnudos, y la niña tenía aún el pelo mojado, seguramente porque su madre los había bañado poco tiempo antes y se disponía a secarlos. El perro y los dos periquitos que acompañaban a la familia habían muerto.

Antonio comenzó a vocear. Salió al descansillo y avisé a gritos a los vecinos. Ana Beltrán, que vive en el piso de arriba y es voluntaria de la Cruz Roja, escuchó su relato apresurado y acudió a examinar a las víctimas. "José respiraba, tenía el pulso acelerado y comenzaba a sufrir convulsiones", explicó ayer esta vecina. "La mujer, sin embargo, estaba muerta, y los dos niños, conscientes y asustados". Enseguida telefoneó a sus compañeros de la entidad sanitaria y a la policía.

Los agentes encontraron a Rosario en el sofá. "Se había vomitado encima y tenía claros síntomas de intoxicación", relató después el concejal de Seguridad, Carlos Taberneiro, del PSOE. Una ambulancia trasladó a José al hospital de Móstoles, y desde allí fue conducido al Doce de Octubre. Otro equipo sanitario permaneció en la vivienda atendiendo al padre, que sufría un ataque de nervios. Y dos coches de policía llevaron a los hijos pequeños al, hospital de Móstoles.

"Bastan 15 o 20 minutos de mala combustión para causar la muerte"

Todas las fuentes consultadas ayer atribuyeron las causas de la muerte de Rosario a la inhalación de monóxido de carbono despedido sin control por una caldera defectuosa de gas propano, hecho agravado por la escasa ventilación del piso.

El matrimonio y los tres hijos -los dos mayores, fruto de una anterior relación de la madre- vivían desde hacía cinco meses en ese bloque de seis pisos, y apenas conocían a los vecinos. "Jamás habían montado escenitas que traspasasen las paredes, por eso nos alarmamos al oír cómo gritaba el hombre", explicaron.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

José, el mayor de los hijos, se hallaba ayer en estado de coma, con respiración asistida y pronóstico muy grave, según el último parte médico del hospital Doce de Octubre, donde fue ingresado. Sus hermanos menores, Ana Belén y Antonio, se recuperaban en el centro hospitalario de Móstoles, y tal vez reciban hoy el alta médica.

El concejal de Seguridad explicó tras el suceso que "bastan quince o veinte minutos de mala combustión de la caldera para provocar la muerte por intoxicación de monóxido de carbono", informa Efe. El edil no se aventuró a relacionar el suceso de ayer con el de hace 12 días en San Fernando de Henares: "No conocemos datos tan concretos como para relacionar ambos sucesos, por lo que es conveniente respetar la investigación de la Policía Nacional".La ventilaciónEl edil aconsejó que quienes tengan instalaciones de gas dispongan de ventilación suficiente. "Deben tener huecos para la ventilación", señaló. Vecinos de las víctimas de ayer indicaron que la terraza de la casa -la, puerta de la entrada fue precintada por la policía, lo que impidió que los periodistas observaran el interior del piso- está cerrada con carpintería de aluminio. Otros vecinos del mismo bloque tienen también la terraza cerrada, pero se mostraban ayer tranquilos porque habían superado sin problemas la inspección del pasado 27 de diciembre.

Según estos testimonios, los técnicos no regresaron otro día para revisar expresamente el domicilio de Rosario Rodríguez, cuya familia se hallaba probablemente en aquellas fechas de vacaciones de Navidad.

Los vecinos no supieron precisar ayer cuál era la empresa que revisó la instalación. Citaron el nombre de Gas Osuna, pero portavoces de esta empresa negaron haber hecho instalación o revisión alguna en esa zona.

En el caso de San Fernando de Henares, la caldera tenía una mala ventilación, ya que se encontraba cubierta por una suerte de mueble. Además, los tubos, mal instalados, enviaban el gas hacia el interior de la vivienda en vez de expulsarlo a la calle. La madre y uno de los hijos de esta familia sobrevivieron gracias a que habían ido poco antes al hospital, debido a que el pequeño sufría extrañas convulsiones, originadas también por el gas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_