Pequeños, pero con derechos

Soy un asiduo lector de EL PAÍS desde su inicio. Soy de un pueblo, mejor dicho una pedanía, de la sierra norte llamada la sierra pobre, yo más bien diría que olvidada. Es un lugar pequeño, se llama Mangirón, pero aunque seamos pequeños, creo que también tenemos derecho a que se escuchen nuestros problemas, tanto por la sección que su periódico dedica a la provincia de Madrid como por la Administración (léase señor Ruiz-Gallardón), de explicarle aquí la historia de por qué este pueblo apenas sí tiene luz eléctrica sería una historia que por el espacio que ocuparía es imposible.El caso es que, a estas alturas de siglo, en un pueblo a 70 kilómetros. de Madrid (cerca de Buitrago) los fines de semana apenas sí se puede ver la televisión, mejor dicho, no se puede ni ver, y todo esto es porque nos la suministra desde hace muchos años el Canal de Isabel II, y la cantidad que suministra no es suficiente.

Sin entrar en críticas ni buscar culpables, que los hay, y buscando soluciones, la única es que Hidrola se haga cargo de este núcleo urbano, como en contestación a una carta escrita por mí prometió el señor Leguina, y este nuevo Gobierno nos tiene completamente cilvidados, pero le aseguro que todos pagamos los, impuestos para que el sistema funcione, pero exigimos un mínimo de respeto y demandamos Por derecho algo tan necesario como es la electricidad.-