Gebreselassie bate el récord mundial, y Cacho, el europeo

La pista cubierta de Stuttgart fue ayer milagrosa para el atletismo mundial. En una sola carrera se batieron varios récords. Claro que en la prueba, los 3.000 metros, tras batir' hace unos días el récord de 5.000, estuvo el etíope Haile Gebreselassie. El mejor corredor del mundo, dominador de todas las distancias de fondo, fue de nuevo una perfecta lo comotora. Rebajó el anterior récord mundial de los tres kilómetros -en poder del keniano Moses Kiptanui desde hace poco más de un año con 71m 35.13s- en nada menos que casi cinco segundos y lo dejó en 7m. 30.72s. De la estela de Gebreselassie, en la lejanía, se aprovechó el español Fermín Cacho, quien pese a llegar seis segundos después del etíope batió, con 7m 36.61s, el récord europeo, rebajando en casi un segundo la anterior plusmarca, en poder del alemán Dieter Baumann desde el 12 de febrero de 1995. Este fue ayer cuarto con 7m 43.60s. Otro español, Enrique Molina, también se aprovechó del ritmo infernal en que se corrió la prueba y su tercer puesto, tras Gebreselassie y Cacho, le valió una marca de 7m 39.19s, con la que también superó el anterior récord español de la prueba.