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Entrevista:

"Que no me echen a mí la culpa de lo de KIO"

Antonio Jiménez Barca

Alex de la Iglesia ya ha contado cómo mientras rodaba El día de la bestia ocurrían cosas más o menos extrañas: cuadros en movimiento, accidentes de tráfico y camas que daban malos sueños. Pero este cineasta bilbaíno de 29 años, ganador del último Goya al mejor director y que ha conseguido filmar cómo y dónde nace un anticristo madrileño, no está dispuesto, además, a que le cuelguen el maleficio de las torres de KIO. Es cierto que, según su película, tienen algo que ver con el diablo, pero eso no guarda relación con que nadie quiera trasladarse a las oficinas de estas dos torres (véase EL PAÍS de ayer). Engolfado ya en su próximo proyecto, que se empezará a rodar próximamente en Estados Unidos, sigue convencido de que al público hay que darle "lo imprevisible".Pregunta. ¿Por qué las torres de KIO como antiportal de Belén?

Respuesta. Porque son algo emblemático. Si uno se fija bien, parecen un logotipo. Componen una forma sintética fenomenal. Además, es atrayente la penosa historia social que arrastran, que si se terminaban, que si no... Es un edificio emblema de Madrid, como la torre Dakota en Nueva York.

P. Pues están vacías; nadie quiere alquilar oficinas allí, parece. Uno diría que es cosa de brujería.

R. ¡Eh! Que yo no tengo nada que ver con ese asunto. ¡Que no me echen la culpa de lo que pasa en las oficinas de las torres de KIO! [se ríe].

P. ¿Es quizá Madrid una ciudad diabólica?

R. Pues la verdad es que al principio pensamos en Bilbao para rodar la película, pero Madrid se nos fue imponiendo según escribíamos el guión; influyó, sobre todo, el hecho de encontrar las torres KIO; en cuanto pensamos lo de las torres, ya estaba claro.

P. ¿Cómo se rodaron las escenas de la Gran Vía? (los personajes se descuelgan por un enorme anuncio luminoso).

R. Muchas las rodamos en un estudio en Guadalajara. Pero en las calles rodamos muchas escenas, y el comportamiento de la gente era curioso: se acercaban y, después de un rato, se marchaban. Aquí ya están acostumbrados a todo, parece.

P. ¿Es cierto que el cine español pasa ahora por un buen momento?

R. El buen momento del cine español lo determina el público. Y ahora responde. Eso sí, tenemos que olvidamos de la españolada. Esto quiere decir que hay que abarcar todas las posibilidades, todos los géneros. Al público tenemos que ofrecerle lo imprevisible, para que se sorprenda y siga viniendo.

P. ¿Cómo celebró los seis premios Goya?

R. Emborrachándome junto con el actor Santiago Segura. Aparecí en mi casa a las tres de la tarde; del día siguiente, naturalmente.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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